En el Ángelus del primer domingo de septiembre, Francisco reflexiona sobre la "sordera del corazón" y por la prisa que nos impide detenernos y escuchar a quienes nos hablan.
Después del Ángelus de este domingo el Santo Padre recordó que en la víspera fue beatificado en Catamarca Fray Mamerto Esquiú.
"No nos detengamos en discusiones teóricas: pongámonos en contacto con las heridas, toquemos la carne de los que sufren el daño", pidió el pontífice a los miembros de la Fundación Líderes por la paz.
El Santo Padre recibió esta mañana a la Fundación italiana Arché, una organización de voluntariado que acompaña a las madres en condiciones difíciles con sus hijos y a las mujeres migrantes.