Lunes 30 de septiembre de 2024

El Papa a monaguillos franceses: servir a la Iglesia es una hermosa aventura

  • 26 de agosto, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El pontífice los animó a seguir prestando este servicio del altar, destacó su compromiso y los alentó a la proximidad con ancianos, migrantes y con sus pares en las comunidades y en las periferias.
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Aplazada en dos ocasiones a causa de la pandemia, la peregrinación de más de dos mil monaguillos franceses a Roma fue hoy una realidad, así como el encuentro con el Papa, que compartió con ellos el tema que los guía en esta experiencia, sobre las "huellas de los numerosos testigos de Cristo que, a lo largo de los siglos, vinieron a Roma para ser regenerados en la fe".

Un encuentro de intercambio, oración y relajación -recuerda Francisco- con el lema "¡Ven, sirve y ve!", "hermoso y expresivo".

"Ven": el Señor te llama. El Papa partió de aquí para plantear la llamada de los jóvenes dentro de la Iglesia y su lugar y testimonio, animándolos en su elección: "Han elegido ser monaguillos, y quiero agradecerles de corazón los esfuerzos, y a veces las renuncias, que aceptan para dedicarse a este compromiso como monaguillos, mientras muchos de sus otros amigos prefieren dormir los domingos por la mañana, o hacer deporte... No te puedes imaginar hasta qué punto puedes ser un modelo, un punto de referencia para tantos jóvenes de tu edad. Y puedes estar realmente orgulloso de lo que haces. No te avergüences de servir en el altar, aunque estés solo, aunque estés creciendo. Es un honor servir a Jesús cuando da su vida por nosotros en la Eucaristía".

El servicio es, pues, el "testimonio concreto del Evangelio" y es el "apostolado" lo que atrae, aseguró el Papa a los adolescentes de 10 a 18 años que llegaron de diferentes diócesis de Francia. "Pero servir en la misa -añadió- requiere un seguimiento: "¡Sirve y ve!"

"Ustedes saben que Jesús está presente en las personas de los hermanos que encontramos. Después de servir a Jesús en la Misa, Él los envía a servirlo en las personas que encuentren durante el día, sobre todo si son pobres y desfavorecidas, porque Él está unido a ellas de manera especial. Quizás tengan amigos que viven en barrios difíciles o que se enfrentan a grandes sufrimientos, incluso a la adicción; conocen a jóvenes desarraigados, emigrantes o refugiados. Les pido que los acojan con generosidad, que los saquen de su soledad y los hagan amigos de ellos".

La valentía, la espontaneidad y el entusiasmo son las herramientas con las que el Papa invitó a estos jóvenes a conquistar a los demás, a difundir el amor, el perdón, la cercanía de Jesús a cada uno.

"Insisto en esto -afirmó- la cercanía: cercanía entre ustedes, cercanía con los miembros de sus familias, cercanía con otros jóvenes", para no caer en el "egoísmo" ni en los "pequeños grupos": "Evita caer en la tentación del repliegue sobre ti mismo, del egoísmo, de encerrarte en tu propio mundo, en pequeños grupos, en redes sociales virtuales. Es mejor que prefieras las amistades reales y no las virtuales, que son ilusorias y te aprisionan y separan de la realidad".

Otro aspecto que Francisco no deja de sugerir a los jóvenes es la relación con las personas mayores que, si todavía hay abuelos en la familia,  son "preciosas" para los consejos y las experiencias. "A menudo son ellos los que te acompañan a misa y te hablan de Dios. Las personas mayores son un recurso necesario para tu madurez humana".

"Hoy el riesgo es dejar de saber de dónde se viene, perder las raíces, perder la orientación. Dime, ¿cómo piensas construir tu futuro, planificar tu vida, si no tienes raíces fuertes que te ayuden a mantenerte erguido y pegado a la tierra? Es fácil 'salir volando' cuando no se tiene ningún lugar donde arraigarse, ningún lugar donde fijarse. Busca tus raíces, aprende a conocer y amar tu cultura, tu historia, a dialogar de verdad con los que son diferentes a ti, fuerte en lo que eres y respetuoso con lo que son los demás".

Poner una base sólida para una vida que "crece en Cristo": Esta es la edad adecuada, explicó el Papa a los jóvenes, invitándolos a asomarse a su corazón. "No renuncies a tus sueños y no temas responder a la llamada del Señor si el servicio en el altar la suscita".

"No tengas miedo. Alimenta esta llamada en tu corazón y, un día, ten el valor de hablar de ello con alguien de confianza. ¡Qué hermoso es ver a los jóvenes comprometerse generosamente con el Reino de Dios, al servicio de la Iglesia! Es realmente una hermosa aventura". De ahí la confianza en María, que de niña tenía sueños y planes, pero -subrayó el Papa-, a la llamada de Dios, se hizo sierva con su 'sí' generoso, fecundo y alegre".+