El pontífice recordó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que se cumplen 75 años, reconociendo los pasos adelante que se dieron y también lamentando los eventuales retrocesos.
Francisco recibió, en el Vaticano, a las delegaciones de los lugares de origen del árbol de Navidad y del pesebre que este año serán expuestos en la Plaza de San Pedro.
"Mira al atormentado pueblo ucraniano, israelí y palestino", le pidió a María en Plaza de España. También dejó una "Rosa de Oro" ante el ícono de la Virgen en la basílica de Santa María la Mayor.
En la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Papa señaló que "el asombro ante las obras de Dios y la fidelidad en las cosas simples" permitieron a María mantener su corazón libre de pecado.