El obispo de Oberá lamentó que los políticos, la Justicia, los organismos de DDHH y los medios no se hagan eco del "grito silencioso" de tantos niños eliminados por esa práctica: 153.317 desde 2020.
"Que no solo seamos convencidos sino que seamos convincentes, que nuestra vida realmente ayude a los demás allí donde Dios te ponga", planteó el arzobispo de Córdoba a la juventud arquidiocesana.
"De este primer ciclo de visitas pastorales salgo fortalecido en la esperanza y con el deseo de profundizar la misión pastoral que el Buen Pastor me ha confiado", evaluó el obispo de San Francisco.
"Que Dios nos bendiga en este momento tan difícil y nos ilumine para poder trabajar juntos por el pan y el trabajo, que es trabajar por la justicia", pidió en la víspera de la fiesta de San Cayetano.