Domingo 24 de noviembre de 2024

Mons. Croxatto: 'Un tiempo privilegiado para redescubrir el valor de la oración'

  • 9 de mayo, 2024
  • Neuquén (AICA)
Así definió el obispo de Neuquén el Año de la Oración y afirmó que se enmarca en un contexto de búsqueda para "favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual".
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El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, explicó que el Año de la Oración “no se trata de iniciativas particulares; más bien, de un momento privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la oración diaria en la vida cristiana”.

“Cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar en la actualidad, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda”, puntualizó en su mensaje mensual a la comunidad diocesana.

“No podemos ocultar que estos años demuestran una profunda necesidad de espiritualidad. Cuanto más fuerte se vuelve el grito de la tecnología que parece corresponder a todos nuestros deseos, más profunda es la necesidad de una verdadera espiritualidad que lleve a cada persona al encuentro de sí misma en la verdad de su propia existencia y, por tanto, en una relación coherente con Dios”, sostuvo.

El prelado neuquino destacó que “son muchas las personas que oran todos los días; tal vez, me atrevo a decir, todos oran” y aseguró que “ninguna estadística lograría responder con cifras y porcentajes correctos a este momento tan íntimo de las personas que viven la pluriformidad de la oración como un momento totalmente personal”.

“Desde aquellos que se persignan rápidamente hasta aquellos que participan en la Eucaristía diaria, existe una gama tan amplia de formas de orar que nadie puede describir completamente”, indicó y puntualizó: “Desde la oración rápida hasta la oración distraída; desde la oración contemplativa hasta la oración llena de lágrimas de dolor”. 

“La oración no se deja atrapar en un esquema preestablecido porque es la relación personal del creyente con Dios mismo, dentro de esa relación íntima y exclusiva que distingue nuestra fe”, subrayó.

Monseñor Croxatto consideró que el Año de la Oración se enmarca “en el contexto para favorecer la relación con el Señor y ofrecer momentos de auténtico descanso espiritual”.

“Un oasis al abrigo del estrés cotidiano donde la oración se convierte en alimento para la vida cristiana de fe, esperanza y caridad”, afirmó citando a monseñor Rino Fisichella al presentar el Año de la Oración en Roma.

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