El nonagenario purpurado expresa "de todo corazón" su agradecimiento por "todas y cada una de las expresiones de caridad fraterna que me hicieron llegar con motivo de los 70 años de mi ordenación".
El arzobispo emérito de Corrientes afirmó que sí es "la adhesión de la vida, mediante un comportamiento coherente y comprometido", y recordó a los mártires, cuyo ardor contagia la fe y la santidad.
El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre dos actitudes contrapuestas que pueden surgir ante la visita de Dios, e instó a hacer memoria de la grandeza del Señor y "cantar nuestro propio 'Magnificat'".
"Que la inocencia de la Inmaculada nos contagie a todos y nos entusiasme a evangelizar", propuso el obispo sanisidrense, y sugirió "recurrir a la inocencia cuando invade una violencia sin límite".