Miércoles 12 de marzo de 2025

Mons. Croxatto: 'La esperanza, horizonte del camino cuaresmal'

  • 12 de marzo, 2025
  • Neuquén (AICA)
El obispo de Neuquén animó a abrir con sinceridad el corazón, para "acoger la gracia de misericordia y conversión que el Señor nos quiera regalar, para su Gloria y bien de nuestros hermanos".
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El obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, expresó su deseo de que la esperanza que no defrauda, mensaje central del Jubileo, sea para la comunidad diocesana "el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual".

"Así nos dice nuestro querido Francisco que, en estos días, viene atravesando su debilidad corporal, pero acompañado no sólo por la Iglesia que ama, sino por muchos que valoran su compromiso con la humanidad, a la que tanto le ha aportado proféticamente", destacó el prelado en su mensaje mensual. 

"Sigamos sosteniéndolo con nuestra oración personal y comunitaria, en cada Eucaristía", pidió.

El obispo neuquino recordó además que, en su mensaje de este Año Jubilar, el Papa convoca a "un 'examen de conciencia', para una triple conversión".

"La primera es la 'conversión del peregrino, del caminante de la vida': ¿Cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad?", planteó.

"Nos habla de una 'conversión a la sinodalidad': preguntémonos ante el Señor si somos capaces de trabajar juntos como obispos, presbíteros, consagrados y laicos, al servicio del Reino de Dios; si tenemos una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que se acercan a nosotros y a cuantos están lejos; si hacemos que la gente se sienta parte de la comunidad o si la marginamos", profundizó.

Monseñor Croxatto subrayó que el Papa también propone una "conversión a la esperanza, a la confianza" y que nos interpela con interrogantes como: "¿Poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la Casa Común, actuando de manera tal que nadie quede atrás?"

"A la luz de su propuesta en esta Cuaresma que iniciamos, abramos con sinceridad nuestro corazón, para acoger la gracia de misericordia y conversión que el Señor nos quiera regalar, para su gloria y el bien de nuestros hermanos", concluyó.+