Sesenta años después de su martirio, los misioneros javerianos, asesinados durante la rebelión mulelista contra el gobierno congoleño, fueron proclamados beatos.
El padre Mika Sueliman, recientemente liberado del cautiverio a manos de bandidos, contó sobre su recuperación y su regreso al ministerio sacerdotal en su parroquia en Damba.
"Nuestro nombre fue incluido entre los solicitantes sin consultarnos", advierten los prelados en un comunicado, en el que animan además a superar la crisis política "a través de un diálogo genuino".
Además, desde el anuncio del viaje, las parroquias y comunidades se afanan en ofrecer a los fieles momentos de oración y encuentros de catequesis y formación para recibir al Santo Padre.