Concluyó el retiro anual del Orden de las Vírgenes

Con participantes de todo el país, se realizó en la casa de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, en la ciudad cordobesa de Villa Allende, del 26 al 31 de enero, con modalidad híbrida.

La casa de las Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación, ubicada en la ciudad de Villa Allende (Córdoba), fue escenario, del 26 al 31 de enero, del retiro anual del Orden de Vírgenes, con participantes provenientes de todo el país.

El predicador del Retiro fue monseñor José Larregain, arzobispo coadjutor de Corrientes, quien hasta noviembre de 2024 fue miembro de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA).

Con el lema propuesto para este año, "La esponsalidad consagrada en tiempos de sinodalidad", monseñor Larregain invitó a retirarse de una manera más profunda, buscando una mayor interioridad, y sugirió la frase "Intra omnes, solus manere, alium relinquere" ("Entrar todas juntas, permanecer cada una sola, salir otra"), para dar paso a un silencio habitado por mujeres consagradas que viven en el mundo y en las diferentes realidades del país.

"Esta propuesta nos exhortó a descubrir la voluntad de Dios, interpelando profundamente nuestras vidas; nos llevó a descubrir la necesidad de una conversión cotidiana, teniendo un corazón permeable para poder latir a la par del otro y estar en proceso de cambio de criterios, actitudes, gestos, opciones, prioridades que, a partir de un continuo discernimiento, nos permita conformar nuestras vidas cada día más a la de Jesús", expresaron desde el equipo del Servicio Nacional dependiente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada (CEVICO).

Y destacaron que ese discernimiento "solo se alcanza en el trato íntimo con Cristo, cultivado en la oración diaria, realizada con verdadero amor esponsal. Dejándonos conducir por el Espíritu que nos abre a la comprensión de la Palabra, a la reflexión y a la contemplación de Cristo. Esta contemplación nos llama a un delicado equilibrio entre el ser y el hacer para que, disponibles y dispuestas, seamos signos de alegría, fecundidad y fidelidad en medio de los acontecimientos cotidianos".

En su testimonio, aseguraron: "Con gozo hemos renovado el propósito de nuestra pertenencia total a Jesucristo y, también, renovamos el deseo de caminar juntas y con todo el pueblo santo de Dios, animándonos mutuamente, especialmente en las dificultades y tribulaciones propias del camino como testigos de la Vida nueva en Cristo".

La misa de clausura también fue presidida por monseñor Larregain y concelebrada por el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ. Fue precedida a su vez por una procesión jubilar, desde los jardines de la casa hasta la capilla. En la procesión, se hicieron diferentes estaciones para meditar sobre fragmentos de la bula de Convocatoria al Jubileo 2025, titulada "Spes non confundit".

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