El obispo Castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad presidió las fiestas de la Bienaventurada Virgen María en la catedral Stella Maris. También celebró su 17 años de ordenación episcopal.
Una delegación federal de más de mil jóvenes participó en una peregrinación histórica que los conectó con la fe, la misión y el llamado del Papa a ser luz y esperanza para el mundo.
Organizado por la Comisión Episcopal de Fe y Cultura, propone reflexionar sobre los desafíos éticos de la IA en el ámbito de la salud, desde una perspectiva humanista.
La participación comenzó con una adoración eucarística, continuó con la misa nacional en Santa María la Mayor y culminó con la apertura oficial en Plaza San Pedro junto al papa León XIV.