Jueves 21 de noviembre de 2024

Nicaragua impide el retorno de dos sacerdotes que habían viajado a la JMJ de Lisboa

  • 12 de agosto, 2023
  • Managua (Nicaragua) (AICA)
Los afectados serían los presbíteros Tomás Zamora Calderón, de la diócesis de León, y William Mora, de la diócesis de Siuna, según lo denunció la abogada Martha Patricia Molina.
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Las autoridades de Nicaragua prohibieron la entrada al país de dos sacerdotes que habían viajado a Portugal para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), celebrada la semana pasada en Lisboa, tal y como ha denunciado este viernes 11 la investigadora nicaragüense exiliada Martha Patricia Molina.

Los sacerdotes son Tomás Sergio Zamora Calderón, párroco de la iglesia Nuestro Señor de los Milagros, de la diócesis de León y Chinandega (en el noroeste del país), y William Mora, párroco de la iglesia Cristo Rey, de la diócesis de Siuna (del Caribe norte), precisó la investigadora, que es autora del estudio titulado 'Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?' y que da seguimiento a la situación que viven los religiosos en el país centroamericano.

Molina explicó que los dos sacerdotes asistieron a la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa "y a su regreso, el día de hoy, la dictadura les prohibió el ingreso a Nicaragua".

Según la investigadora, la comunidad católica de la parroquia que presidía Zamora Calderón "se encuentra consternada con la noticia, porque era un cura dinámico y muy cercano a su pueblo". "Fue por mucho tiempo responsable de Cáritas León (obligada a cerrar) y tesorero de la diócesis de León y Chinandega”, ha precisado.

En el caso del sacerdote William Mora, era responsable de la pastoral juvenil de la diócesis de Siuna: "Tenía una vida pastoral activa en su comunidad, que ahora pregunta qué será de ellos sin su pastor", agregó Molina.

De momento, las autoridades nicaragüenses no se han referido a la denuncia relacionada con la prohibición del ingreso de los dos sacerdotes, aunque generalmente no responden en estos casos.

Las autoridades nicaragüenses han endurecido, en los últimos años, la persecución contra la disidencia y también contra la Iglesia Católica, a la que pusieron en el punto de mira tras las protestas opositoras de 2018. 

El gobierno del país promovió el cierre de instituciones religiosas, suspendió sus relaciones diplomáticas con el Vaticano y expulsó y encarceló a sacerdotes y al obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, que, desde prisión, se ha convertido en uno de los principales símbolos de resistencia a la represión.

Para Molina, la expulsión, destierro o exilio de religiosos es parte de la persecución contra la Iglesia católica nicaragüense.+