Mons. Uriona: 'Las bienaventuranzas significan aquella felicidad que Dios promete'
- 19 de febrero, 2025
- Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
"Nos dicen a nosotros los cristianos que, a través de gestos como la solidaridad, estar cerca del otro y con aquellos que sufren, estamos construyendo el reino", aseguró el obispo de Río Cuarto.
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, presidió la misa del sexto domingo del año en la capilla Nuestra Señora de Guadalupe, que pertenece a la parroquia Nuestra Señora de la Merced, del barrio Alberdi.
A la luz de las lecturas bíblicas, se refirió a las ocho bienaventuranzas mencionadas en el evangelio de san Mateo y a las cuatro abordadas por san Lucas.
"Las bienaventuranzas significan aquella felicidad que Dios promete y ese 'felices' no se refiere a una felicidad transitoria, solo en esta vida, sino a una felicidad que está relacionada con lo eterno y para siempre", explicó el prelado, que aseguró que "nos encontramos aquí en san Mateo, pero en san Lucas mucho más, con esa paradoja de Dios: en Mateo aparece de una manera más espiritual y en Lucas de una manera más social, y esa paradoja de Dios es que Jesús dice y proclama felices a personas que el mundo llamaría desdichados (los pobres, los que lloran y son perseguidos)".
"Y aquí hay que ver -dijo- que Jesús habla de los pobres, no es que son felices porque son pobres, sino porque su situación va a cambiar con la llegada del Reino de los Cielos", manifestó.
Monseñor Uriona explicó que las bienaventuranzas "nos dicen que a aquellos que sufren pero confían en Jesús, les va a cambiar su situación; nos dice que el Reino de los Cielos debe tener también incidencia en nuestro comportamiento; nos dice a nosotros, los cristianos, que, a través de gestos, como son la solidaridad, estar cerca del otro y preocuparse por aquellos que sufren, nosotros estamos construyendo el reino y ayudando a que estas bienaventuranzas se hagan realidad en nuestra realidad".
Finalmente, animó a pedir al Señor que "nos ayude a comprender esto, a comprender sobre todo el corazón misericordioso de Dios. El reino lo construiremos en la medida en que la que nosotros seamos solidarios con ellos, los desdichados".+