El obispo de Río Cuarto centró su homilía en el amor sincero de Pedro hacia Jesús, resaltando cómo, a pesar de las debilidades humanas, Dios confía en los hombres para llevar adelante su misión.
El obispo de Río Cuarto presidió la misa Crismal en el santuario de San Cayetano, donde el clero renovó sus promesas. Animó también a "renovar nuestra vida a la luz de la misericordia del Padre".
Gratuidad, humildad y disponibilidad en la misión fueron los temas desarrollados. Tuvo lugar en el Seminario Mayor y presidió el obispo Adolfo Uriona.
El obispo de Río Cuarto celebró la Eucaristía por el cuarto domingo de Cuaresma y recordó que la Iglesia es un lugar donde se recibe a todos y se ayuda a las personas a encontrarse con Jesús.