Miércoles 1 de mayo de 2024

Mons. Croxatto: 'Hoy hay verdades que no se pueden negociar'

  • 7 de septiembre, 2023
  • Neuquén (AICA)
El obispo de Neuquén aseguró que "hay que devolverle el lugar a la familia que tiene que tener, hay que amar como Cristo nos amó, detenernos para ver si estoy buscando la voluntad de Dios".
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En su homilía semanal, el obispo de Neuquén, monseñor Fernando Croxatto, animó a pedirle al Señor: "Ayudanos a tener presente tu nombre, a que nosotros podamos tener amor a tu nombre”.

"A veces pronunciar su nombre en vano significa no terminar de entender y de comprender lo que Dios nos está pidiendo o relativizar el nombre de Dios, su palabra, no terminar de escucharla y seguir nosotros en nuestro piloto cotidiano de vivir", advirtió.

"Nosotros tomamos en vano a Dios, su nombre, cuando lo reducimos a nuestros criterios, cuando lo acomodamos a nuestra comprensión, cuando lo nivelamos o lo relativizamos. Toda su palabra, su camino y su verdad”, agregó.

Por eso, preguntó, ¿cuál es el verdadero culto espiritual? "Necesitamos pararnos, detenernos, mirar la realidad, escucharnos nosotros mismos a ver qué nos pone Dios en el corazón, escuchar la realidad que nos circunda todo el tiempo porque Dios nos habla en esta realidad; mirar mis deseos, mis pensares y si en verdad estoy buscando la voluntad de Dios”, planteó.

“Solo quedarnos por nuestros gustos, nuestros impulsos, nuestras emociones, nuestros placeres, nuestras comodidades, no refleja eso que yo estoy buscando, la voluntad de Dios, no estoy discerniendo su voluntad, no tengo este fuego en el corazón ni el celo por su nombre", añadió.

El obispo neuquino consideró que sería "lindo" poder pedirle al Señor “liberanos y exorcizanos de este pensar humano que tenemos, de este modelo humano que se nos prende por todos lados y que no quiere aceptar la realidad de un bien común que nos cuesta, de ese pensar humano que a veces nos hace no comprometidos con la realidad que cada día nos invade”.

"Levantar un pueblo como el nuestro va a costar y nos va a costar, pero depende de nosotros. Por eso hay que devolverle hoy el lugar a la familia que tiene que tener. Hoy hay verdades que no se pueden negociar, hay que amar como Cristo nos amó. Eso nos hace padecer pero solo así se resucita a la vida verdadera”, sostuvo.

Por último, monseñor Croxatto invitó a pedir en esta Eucaristía: “Señor, quemanos con tu fuego”.+