El obispo de Neuquén invitó a la comunidad a hacer un salto en la madurez de la fe, para "desprendernos de nuestra propia espera y dejar que Dios se muestre como Él quiera"
El obispo, monseñor Fernando Martín Croxatto, animó a seguir testimoniando el kerygma a todo el Pueblo de Dios que allí convive. "Todo en la diócesis debe oler a Jesucristo", expresó.
El obispo de Neuquén invitó a la comunidad diocesana a vivir esta Pascua "sacando afuera esa fragancia de Cristo para poder transmitirla a aquellos que necesitan recuperar la esperanza".
El obispo de Neuquén presidió la misa crismal, en la que animó a la comunidad a ser "fragancia de Cristo", y a los sacerdotes a ser "un virus pandémico de servicio, alegría, de entusiasmo y amor".