Jueves 21 de noviembre de 2024

Mons. Araya: 'La Iglesia es familia por el vínculo del amor'

  • 19 de julio, 2024
  • Cruz del Eje (Córdoba) (AICA)
En la fiesta patronal diocesana en honor a la Virgen del Carmen, el obispo de Cruz del Eje animó a seguir apostando por la familia, "con el gusto de ser pueblo, de ser hermanos".
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Una multitud de fieles se congregó, el pasado 16 de julio, en la catedral de Cruz del Eje, para celebrar la solemnidad de Nuestra Señora del Carmen, patrona de la diócesis y de la comunidad parroquial.

El obispo diocesano, monseñor Hugo Araya, presidió la misa y la procesión en honor a la advocación que también es patrona de las localidades de La Cumbre, Chancaní, Altautina, Villa de Las Rosas, La Argentina y Morteritos.

Desde la diócesis, destacaron que muchos devotos rezaron la novena y participaron de las celebraciones, inxluyendo la del Rosario de la Aurora, en medio del frio intenso de esos días.

La Eucaristía fue concelebrada por numerosos sacerdotes locales y también por algunos llegados desde Rio Cuarto. En su homilía, el prelado hizo mención al Año Jubilar que transita la diócesis por los 60 años de su creación, e invitó a vivir esa celebración como un encuentro con Jesús.

"Este es un día para pedir que aumente nuestra fe en Jesús, en su Palabra, en sus promesas, ayudados por la intercesión materna de la Virgen del Carmen. Que ella nos muestre la cercanía de Dios y que nos ayude en el deseo de hablar con Dios y poner en práctica su voluntad", expresó.

Refiriéndose al Evangelio, planteó: "Jesús nos invita a ser de su familia, no por vínculos de sangre, sino por la práctica del amor, por la práctica de todo tipo de bien. La Iglesia, como familia de Dios, trasciende la propia familia, el propio barrio".

En ese sentido, consideró que "el respeto y veneración a la Madre de Jesús ponen de manifiesto el alma de nuestra ciudad y de nuestra diócesis. Tantas veces, ante esta imagen, los cruzdelejeños han derramado la carga de dolor y de esperanza, de penas y de sueños. Le han dicho una y otra vez que no podían solos, que sin Dios no podemos nada. Tantas veces, en esta ciudad, muchos de ustedes, golpeados por los acontecimientos, ignorados por los que tienen poder, despojados del trabajo que permite vivir con dignidad; no han bajado los brazos y se han agarrado, con uñas y dientes, al amor de Dios, manifestado en el rostro de la Virgen del Carmen", expresó.

Monseñor Araya finalizó la homilía enfatizando la importancia de vivir la fe con el gusto de ser pueblo: "No perdamos el deseo de hablar con Jesús todos los días y todas las noches. Que nuestros niños aprendan el lenguaje de la oración en nuestras casas. Que no haya joven que desconozca quién es Jesús y no se anime a hablar con Él. Hablemos todos con Él, para seguir apostando por la familia, con el gusto de ser pueblo, de ser hermanos, solidarios con el que más sufre, porque no lo quieren o no se siente querido".

"Que esto pase siempre, en la capilla, en el colegio y en el club. Ella puede ayudarnos a sentirnos familia, la familia de Jesús. A los que acá nacieron y crecieron, y a los que hemos sido adoptados por ustedes. Que seamos, todos y siempre, hermanos y familia de Jesús", concluyó.+