Martes 30 de abril de 2024

Concordia: la Misión Diocesana llegó a ocho de las trece parroquias

  • 22 de enero, 2024
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
En la misa de cierre, el obispo local, Mons. Gustavo Zurbriggen, destacó la presencia de Dios "en medio nuestro" y animó a continuar siendo "sembradores de esperanza y de la palabra de Dios".
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Con el lema “Corazones ardientes, pies en camino”, unos 250 jóvenes de Concordia participaron como cada año de la misión diocesana, que se llevó a cabo del 8 al 15 de enero y en la que visitaron ocho de las trece parroquias que hay en la ciudad cabecera de la diócesis.

Además, alrededor de 149 misioneros de la UEAM (Unión de enfermos y ancianos misioneros) rezaron oraciones de intercesión, ofreciendo sus dolores por los misioneros y por los frutos de la misión.

Entre las actividades que realizaron los misioneros se destacó la visita a las familias, encuentros de niños, jóvenes y adultos, momentos de oración comunitaria, procesión por el barrio y visita al hogar de ancianos.

En la misa de cierre que se celebró este lunes 15 de enero, el obispo local, monseñor Gustavo Zurbriggen, resaltó: “En estos días experimentamos fuertemente la presencia de Jesús en medio de nosotros y nos hemos sentido verdaderamente amigos del esposo. Por eso estamos muy alegres y se nota en esta misa la alegría, que se ha multiplicado porque hemos hecho la experiencia personal y comunitaria en los grupos de tener a Jesús en el medio”.

"Jesús en estos días nos ha tocado el corazón y nos ha llenado de alegría y esperanza, no solamente a nosotros que de algún modo estuvimos acompañando la misión, sino que hemos visto como el amor de Jesús tocó el corazón de tantas personas, de tantas familias que visitamos, de niños que se sentían queridos, bendecidos y acompañados, de pobres a quienes hemos acompañado y han experimentado la cercanía y el consuelo de Dios”, manifestó.

"En esta misa -dijo- damos gracias entonces por sentir a Jesús, que sabemos que está siempre con nosotros, pero en estos días hemos descubierto su presencia en medio nuestro y de un modo especial en la Palabra de cada día, en la celebración o adoración eucarística".

"Tenemos que pedir que esta alegría nos siga impulsando a la misión, a contagiar a los demás nuestro amor por Jesús, a compartir con los demás la Buena Noticia de que Jesús camina con nosotros, nos ama y perdona siempre, y nos manda para adelante, para la misión, el servicio y para ser sembradores de esperanza, sembradores de la palabra de Dios", enfatizó.

Por otra parte, cuatro jóvenes compartieron sus testimonios sobre la misión:

En ese sentido, Candela, quien misionó y compartió en la comunidad Nuestra Señora de la Merced, manifestó: “Me pasan por el corazón muchas emociones. Esta semana pude afirmar, reafirmar, comprobar y vivir en carne propia de Dios como padre nuestro, que sabe como hablarnos, sabe corregirnos y mostrarnos el camino. Pude ver la mano de Dios en un hogar de ancianos, en la vida y el testimonio de personas de 90 años”.

Michael, de la comunidad Nuestra Señora del Valle, relató: “Esta semana la viví con alegría, donde atendí y estuve dispuesto a atender ese llamado de Dios. Fue mi primera vez misionando, aprendí mucho y estoy muy satisfecho, misioné y fui misionado a la vez, muchas casas con muchas realidades difíciles y otra no, pero que igualmente invitan a ver cómo se puede seguir mejorando como persona”.

En tanto, Nazareno, perteneciente al Movimiento de la Palabra de Dios y estudiante de medicina, comentó su experiencia misionera junto a la comunidad de San Pantaleón. “En estos días me sentí tan amado, tan recibido y servido, tan rescatado por Jesús en todo momento”.

Francisco, quien misionó en la comunidad Nuestra Señora de Lourdes, señaló: “Nos sentimos como una familia, donde la sencillez y la historia de cada uno nos enriqueció. En la misión pudimos encontrar que cómo cuando uno da, siempre recibe mucho más”. “Uno descubre que la vida es mucho más linda cuando se comparte”, agregó.

Otras de las voces fue la de Bárbara Beluzo, una de las coordinadoras de la misión, quien explicó que la diócesis de Concordia siempre tuvo una impronta misionera: "Hace muchos años que se organizan misiones diocesanas, que son fruto de una conciencia misionera que ha ido creciendo en la diócesis".

Al respecto, reveló que “en un tiempo era para animadores de la infancia y adolescencia misionera, pero al ir tomando conciencia de que todos somos misión se fue ampliando a todos los agentes de pastoral y a todos los jóvenes”.

También indicó que, a pesar de que en los inicios estas misiones se realizaban en lugares más retirados, lugares de zona rural, “se tomó conciencia de la necesidad de la misión en la ciudad”.+