Jueves 18 de abril de 2024

Miles de cristianos reviven el sufrimiento de Jesús en la Vía Dolorosa de Jerusalén

  • 19 de abril, 2014
  • Jerusalén (Tierra Santa)
Miles de cristianos procedentes de España, Colombia, Rusia y Filipinas recrearon el viacrucis de Jesucristo en la Vía Dolorosa de Jerusalén, donde pudieron verse tantas cruces como soldados armados. "Han cortado mucho, y aunque hoy estamos pasando muy bien, han cortado muchas calles, y mucha gente que quería venir no ha podido", lamentó el padre Artemio, uno de los franciscanos que custodia los santos lugares, consignan agencias internacionales. Al llegar a la iglesia del Santo Sepulcro, los peregrinos lucharon contra el calor, los empujones, los soldados y la estrechez de la puerta que conduce a la Plaza del Calvario.
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Miles de cristianos procedentes de España, Colombia, Rusia y Filipinas recrearon el viacrucis de Jesucristo en la Vía Dolorosa de Jerusalén, donde pudieron verse tantas cruces como soldados armados.

"Han cortado mucho, y aunque hoy estamos pasando muy bien, han cortado muchas calles, y mucha gente que quería venir no ha podido", lamentó el padre Artemio, uno de los franciscanos que custodia los santos lugares, consignan agencias internacionales.

El religioso expresó su confianza en que la visita apostólica de Francisco en mayo próximo traiga aires pacificadores a la tierra de Jesús, donde conviven cristianos, judíos y musulmanes.

El recorrido entre la Cuarta Estación -Jesús habla con su madre- y la Quinta es uno de los puntos más conflictivos del viacrucis, ya que transcurre por un sector de la ciudad que musulmanes y judíos recorren igualmente los viernes, los unos para llegar a la mezquita de Al Aqsa y los otros al muro de las Lamentaciones.

Llegados a la iglesia del Santo Sepulcro, el fervor -y el dispositivo de seguridad- cobraban este viernes un grado inusitado, con miles de peregrinos luchando contra el calor, los empujones, los soldados y la estrechez de la puerta que conduce a la Plaza del Calvario.

"Nada que la fe que nos acompaña no pueda derribar. Sufrimos, pero más sufrió el Señor y lo acompañamos así en su agonía", dijo a la prensa una monja etíope llegada desde el cuerno de África para rezar en Jerusalén.+