Jueves 21 de noviembre de 2024

La Plata: Una multitud en el Viacrucis de las Comunidades

  • 30 de marzo, 2024
  • La Plata (Buenos Aires) (AICA)
Encabezado por el arzobispo Gabriel Mestre, el tradicional viacrucis partió de la basílica San Ponciano hacia la catedral, donde cada una de las comunidades acompañó el rezo de las 14 estaciones.
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Con motivo del Viernes Santo, el arzobispo de La Plata, monseñor Gabriel Mestre, participó del Viacrucis de las Comunidades que se realizó en el centro de la ciudad, organizado por la catedral, la basílica San Ponciano y las parroquias Sagrado Corazón de Jesús, San Antonio, San Pablo y Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

En una multitudinaria participación, niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores de las diversas comunidades parroquiales, educativas, movimientos, sacerdotes, religiosas, diáconos y seminaristas caminaron desde la basílica San Ponciano hasta la catedral por un espacio de más de una hora y media rezando las 14 estaciones,  acompañando a Jesús y a la Virgen en el camino de la pasión y viviendo en profundidad cómo la pasión se da en los sufrientes en nuestro tiempo.

 Al llegar a la catedral el arzobispo dijo unas palabras en las que destacó: “Contemplando la cruz del Señor y contemplando la Madre doliente, le damos gracias a Dios por su presencia que nos salva, por su cruz redentora, por su protección y por todas las intenciones que presentamos a lo largo de esta tarde”.

"Qué lindo que seamos tantos y que muchos de ustedes se hayan organizado para orar juntos en este Viacrucis de las Comunidades. Gracias por el espíritu de oración, por la fe y por la devoción que hemos vivido a lo largo a todas las estaciones”.

Manifestó también que "estamos en expectativa de lo que sabemos por la fe va a acontecer el sábado por la noche y el domingo. Sabemos que la última palabra no la tiene la muerte sino la vida. Sabemos que Cristo es la resurrección y la vida. Sin embargo, contemplamos este clima de austeridad, de despojo de cruz y de dolor que toca la vida del Señor y de la Virgen, que toca nuestra vida”. Finalmente se rezó Credo, aguardando la resurrección del Señor.+