Jueves 28 de marzo de 2024

La diócesis de La Rioja vivió un nuevo Tinkunaco

  • 2 de enero, 2020
  • La Rioja (AICA)
Los riojanos volvieron a congregarse en la plaza principal de la ciudad
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Como cada 31 de diciembre, los riojanos volvieron a congregarse en la plaza principal de la ciudad capital para vivir la tradicional fiesta del Tinkunaco, una celebración histórica que expresa la unidad y la paz entre los hombres.



El "encuentro" entre las figuras de San Nicolás, patrono de la diócesis, y la imagen de Jesús, divino Niño revestido con atuendos de los alcaldes españoles, rememoran un hecho histórico donde las civilizaciones españolas y diaguitas se encontraron y sellaron la paz.



La celebración se inició a las 12 con el repicar de campanas de la catedral y santuario San Nicolás, indicando la salida del patrono tutelar de los riojanos, acompañado por los alféreces, el obispo Dante Braida y sacerdotes de la diócesis.



Desde el otro sector de la plaza, la imagen del Niño Alcalde, acompañado por las imágenes de San Francisco Solano y la visita especial de la Virgen del Valle, se acercaban por la peatonal para acudir al encuentro junto al santo moreno.



Junto ellos, marchaban también los aillis, custodios de la imagen del Niño.



En el medio de la plaza, bajo un sol abrasador y una temperatura que alcanzaba los 35 grados, los fieles devotos y promesantes de las veneradas imágenes, revestidos con estandartes y pañuelos blancos, violetas y amarillos, esperaban ansiosos por el encuentro entre las dos figuras que representan el centro de la fe católica riojana.



Frente a ellos, desde la Casa de Gobierno provincial, las recientes autoridades electas: el gobernador Ricardo Quintela y la intendenta Inés Brizuela y Doria, salían desde el palacio de gobierno junto con sus funcionarios para vivir la tradicional festividad.



Al producirse el “encuentro”, el pueblo de Dios y las autoridades civiles y eclesiales, realizaron tres genuflexiones para reconocer en la figura de Jesús, Divino Niño Alcalde, al hijo de Dios rector de la paz entre los hombres.



Al ponerse de pie, los presentes se expresaron esa paz por la cual rezaron, mediante un abrazo y un saludo junto a la persona que tenían a su lado.



Finalizado este gesto, la intendenta entregó al Niño una llave, simbolizando que por el resto de estos tres días de festividades católicas es el hijo de Dios quien tiene el poder para gobernar y regir los destinos de su pueblo.



Las lágrimas y la emoción de los presentes, quienes acercan a las veneradas imágenes sus pesares diarios y cotidianos esperando tener una respuesta de Dios, expresaron sus ilusiones en un sincero saludo con los pañuelos y estandartes que agitaban en el aire.



Las festividades continuaron ayer, miércoles 1º de enero, con la procesión de San Nicolás y culminarán mañana con la despedida de las veneradas imágenes prevista para las 11.



Informes: http://diocesisdelarioja.wordpress.com/.+