Indicaciones del cardenal Poli para la primera etapa del Sínodo Arquidiocesano

Para la primera etapa del Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires, el tiempo de consulta al Pueblo de Dios, el cardenal Mario Aurelio Poli propuso la designación de dos delegados sinodales y un Equipo de Animación Sinodal (EAS) en cada parroquia. "La consulta es una herramienta que podrá generar espacios de encuentro, escucha, diálogo y comunión en nuestras comunidades", indicó el arzobispo de Buenos Aires.

Como indica el punto 29 de la Carta Pastoral sobre el Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires, en los últimos meses de 2017 comenzó el tiempo dedicado "a promover una consulta a todos los bautizados, escuchando las inquietudes y aun las críticas que desean expresar". Para ello, en una nueva carta, el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, propuso la designación de dos delegados sinodales y un Equipo de Animación Sinodal (EAS) en cada parroquia.

"La consulta es una herramienta que podrá generar espacios de encuentro, escucha, diálogo y comunión en nuestras comunidades", indicó el prelado. "Todo esto para aprender a caminar juntos, como lo requiere el estilo sinodal de la Iglesia del tercer milenio al que nos invita el papa Francisco".

Esta primera etapa de la Consulta al Pueblo de Dios podrá extenderse hasta la Cuaresma de 2018. A partir de la Semana Santa de 2018 se indicará la modalidad de la segunda etapa de la consulta, que será dirigida a los bautizados que no están vinculados a nuestras comunidades, también a las personas de buena voluntad, de otras iglesias cristianas y de otras religiones.

Equipo de Animación Sinodal (EAS)
El EAS parroquial deberá ser un equipo pequeño (alrededor de cinco personas) y dinámico, cuyos integrantes tengan distintos perfiles y ocupen roles diferentes en la comunidad. Las parroquias que cuenten con Consejo Pastoral activo, este podrá funcionar como EAS parroquial.

¿Quién podrá ser designado delegado sinodal?
El delegado sinodal deberá ser una persona "que viva la espiritualidad de comunión; que manifieste sentido de pertenencia eclesial y amor por la Iglesia toda; habituada a escuchar y dialogar; abierta a la diversidad y al encuentro; responsable, capaz de asumir tareas con autonomía y en sintonía con sus pastores; entusiasmada con el desarrollo del Sínodo, y que dé muestras de sentido común y optimismo para conservar la serenidad y buen ánimo ante las dificultades".

No es necesario que la persona ocupe cargos o roles determinados, ni tenga experiencia alguna en tareas similares dentro de la comunidad. Es deseable que el delegado sinodal sea parte de un Equipo de Animación Sinodal parroquial.+

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