Jueves 21 de noviembre de 2024

Misa de exequias de Santiago de Estrada en la Basílica del Pilar

  • 10 de abril, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Las exequias del ex embajador ante la Santa Sede evidenciaron el respeto que adquirió como figura de reconocida probidad en la vida pública del país, como padre de familia y hombre de fe católica.
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La misa exequial y el sepelio de Santiago de Estrada evidenciaron el respeto que adquirió como figura de reconocida probidad en la vida pública del país, como padre de familia y hombre de fe católica.

A las 13.30 en la puerta del templo de Nuestra Señora del Pilar, en el barrio porteño de Recoleta, los obispos y sacerdotes que concelebraron la misa de exequias del doctor Santiago de Estrada recibieron sus restos mortales y monseñor Oscar Ojea, obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), rezó una oración inicial y roció con agua bendita el féretro que estaba envuelto en una bandera argentina. Luego de esa instancia, todos ingresaron al templo que estaba colmado hasta en sus pasillos laterales con mucha gente de pie. 

Presidió la concelebración el cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo emérito de Buenos Aires, y concelebraron con él los obispos Ojea y Eduardo Taussig, obispo emérito de San Rafael, y varios sacerdotes, entre otros, Gastón Lorenzo, párroco del Pilar; Martín Panatti, párroco de Nuestra Señora de Montserrat; Francisco Morad, capellán del Colegio San Pablo; Carlos Accaputo, responsable de la Pastoral Social de Buenos Aires; Pablo Ostuni y Francisco María Bosch, sacerdote de Schoenstatt y sobrino nieto de Santiago de Estrada.

La lectura del Evangelio y la homilía estuvieron a cargo del padre Bosch, quien invitó a agradecer al Señor lo que “a través de la vida de Santiago nos regaló a todos”.  Dijo que intentó guiar su vida siguiendo al Señor y destacó su amor por su familia; trajo a colación  un recuerdo personal,  “jugando al ajedrez conmigo en la playa”.  También subrayó su preocupación  por los demás, por servir al país construyendo un lugar más humano, más justo, más fraterno. “Le agradecemos a Dios por mostrarnos en Santiago algo de ese camino que Jesús nos invita a recorrer”. 

Después de la comunión, el cardenal Poli tuvo afectuosas palabras para con Santiago de Estrada y dio varios consejos a sus familiares, a los presentes y a su sobrino nieto sacerdote.

Dijo, entre otras cosas:  “Santiago fue un hombre político, de la buena política. Hombre de diálogo, de consejos”. Calificándolo como “un hombre de fe” y “buen padre de familia”,  el cardenal dijo: “Reconozco en Santiago una especial sensibilidad por los pobres, y muy especialmente por los enfermos y los más vulnerables”. Y señaló “Le damos gracias por su vida, por su compromiso”. 

“Que su ejemplo nos sirva para seguir recorriendo el camino de nuestra vida. ¡Muchas gracias don Santiago!”  

Al finalizar la celebración eucarística, monseñor Taussig dio el responso final junto al féretro y de allí partió el cortejo hacia el Parque Memorial donde se realizó la inhumación.

En la basílica del Pilar se pudo ver, entre otros, al ministro del Interior, Guillermo Francos; al exsecretario de Culto Alfredo Abriani, quien sucedió en el cargo a Santiago de Estrada, y a quien había acompañado dos años como subsecretario; a Vicente Espeche Gil, exembajador argentino ante la Santa Sede; al exministro de Relaciones Exteriores y Culto Adalberto Rodríguez Giavarini; a Pilar Bosca, directora general de cultos de la Ciudad de Buenos Aires; a Victoria Morales Gorleri, secretaria de Bienestar Integral del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; a Luis Saguier Fonrouge, ex Director de Culto Católico de la Nación; a Clara Núñez de Mihanovich, secretaria personal de Santiago de Estrada por más de 30 años; a la exdiputada Cristina Guzmán.

Entre los muchos asistentes, que llenaban la iglesia, estaban también Alberto Solanet y Eduardo Sambrizzi, expresidentes de la Corporación de Abogados Católicos; la exlegisladora de la Ciudad Patricia Ruiz Moreno de Cevallos, los economistas Orlando Ferreres, Manuel Solanet y José María Dagnino Pastore, el analista político Jorge Castro, los abogados Roberto Bosca, Raúl Sanguinetti y Enrique Morad; Luis Barry,  exsecretario de Educacion de la Nación; Maia Lukac de Stier, de la Sociedad Tomista, Marco Gallo, de la Comunidad San Egidio y también se encontraban varios periodistas especializados en seguir la vida de la Iglesia en la Argentina, entre otros, José Ignacio López, Sergio Rubin, Jorge Rouillon, Carmen Sicardi y Eduardo Woites

El sepelio
El sepelio se efectuó en el cementerio parque Memorial, en Pilar, y reunió a muchos amigos y familiares, entre ellos muchos descendientes directos de José Manuel Estrada, el líder de los laicos católicos en las controversias políticas del 80, en el siglo XIX, de quien Santiago era bisnieto.

Un nieto del fallecido se dirigió brevemente a él, diciendo que “había mucha gente que te conocía y hablaba bien de vos”.

El diplomático Vicente Espeche Gil señaló tres dimensiones en su vida: como hombre de familia, visible en el afecto de quienes estaban allí; como hombre de Estado (la Argentina le da las gracias por su gran sentido patriótico) y como hombre de la Iglesia, que fue un pontífice en las relaciones de la Iglesia con el Estado, que deben cooperar, no pelearse, en beneficio del bien común.

Condujo las oraciones de los presentes el padre Marcelo Gallardo, quien lo recordó como un gran defensor del Papa, de quien decía que “al Papa todavía no lo hemos comprendido”. Calificó a Estrada como un católico solido y muy argentino.  

Todos rezaron el Padre nuestro, el Ave Maria y el Gloria, y con el acompañamiento de la guitarra de una de sus nietas se cantó, en esa tarde soleada,  “Bendita sea tu pureza” y varios otros cánticos religiosos, como el que dice “A Ti, mi solo Bien, yo he de buscar”.  

Condolencias
1) El actual Secretario de Culto de la Nación, Francisco Sánchez, envió un post en su cuenta de Twitter expresando: “Santiago de Estrada, predecesor en la Secretaría de Culto, funcionario intachable y buen cristiano como lo recuerdan quienes me han hablado de él, es despedido hoy, por lo que quiero agradecer su servicio a la Nación y a las cosas de Dios. Qué Dios lo tenga en su Gloria!" 

2) Guillermo Oliveri, anterior Secretario de Culto, expresó:  “Estoy en Baradero, mi pueblo, y quiero transmitir mis condolencias para toda la familia de Santiago de Estrada. Lamento muchísimo y mi sorpresa por el fallecimiento. Con Santiago siempre tuvimos una excelente relación en la Legislatura Porteña como legisladores y luego cuando hicimos el traspaso y me sucedió en la Secretaría de Culto. Mi aprecio y buen recuerdo que me queda de él. Qué Dios lo tenga en su Santa Gloria”+