Con misa, confirmaciones y procesión por el barrio, la comunidad inició las celebraciones por los 50 años de la parroquia, animada por un mensaje de esperanza y compromiso.
Fue el pedido que les hizo el arzobispo porteño a los seminaristas Claudio Cuellar, Agustín Cisnero, Pablo Nieto y Agustín Lanzetta que recibieron la admisión al Orden Sagrado.
El arzobispo de Buenos Aires consideró que el mejor homenaje al fallecido pontífice argentino "es vivir lo que Él nos enseñó a lo largo de tantos años. Concretar su magisterio".
Autoridades políticas y eclesiásticas recordaron el legado del Papa argentino con un llamado a desterrar el odio y construir consensos.