Viernes 19 de abril de 2024

Hace un año el EI provocaba la huida de 120.000 cristianos de la llanura de Nínive

  • 6 de agosto, 2015
  • Erbil (Irak)
"El 6 de agosto, es para nosotros un día de dolor, pero también de esperanza. Porque es el día en que Dios nos ha salvado", relata el joven iraquí Rami, a la institución Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) al recordar aquella trágica noche entre el 6 y 7 de agosto de 2014, cuando él y su familia tuvieron que huir de Qaraqosh, junto con otros 60 mil cristianos. "Fue horrible, expresó. Nunca olvidaré el terror impreso en el rostro de decenas de miles de personas. Estaban convencidos de que el ISIS los mataría". AIN anunció para hoy, 6 de agosto, una jornada internacional de oración para recordar el primer aniversario de la huida de 120.000 cristianos de la Llanura de Nínive. Es posible unirse a la campaña a través del hashtag#PrayForIraq e #WeAreChristians.
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"El 6 de agosto, es para nosotros un día de dolor, pero también de esperanza. Porque es el día en que Dios nos ha salvado", relata el joven iraquí Rami, a la institución Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) al recordar aquella trágica noche entre el 6 y 7 de agosto de 2014, cuando él y su familia tuvieron que huir de Qaraqosh, junto con otros 60 mil cristianos.

"Fue horrible, expresó. Nunca olvidaré el terror impreso en el rostro de decenas de miles de personas. Estaban convencidos de que el ISIS los mataría". Con tan sólo 22 años de edad, Rami es uno de los refugiados cristianos alojados en el centro Mar Elia, el campamento de refugiados gestionado por la Iglesia en Erbil, capital del Kurdistán iraquí.

"Cuando el ejército kurdo se retiró sabíamos que nadie nos habría defendido del Califato. Tenía tanto miedo que con las prisas por escapar me fui de casa sin mis documentos". La familia de Rami llegó a Erbil, a la una de la noche. "La ciudad estaba llena de refugiados y el primer día dormimos en el jardín de la iglesia de San Elías. Sólo unas semanas después nos trasladamos a una tienda".

Al igual que muchos otros cristianos iraquíes, el joven no era la primera vez que se encontraba en la condición de refugiado, ya que se había mudado a Qaraqosh en enero de 2014.

"Habíamos dejado Mosul porque la ciudad se había vuelto demasiado peligrosa -refiere a AIN- los yihadistas habían secuestrado a varios cristianos y temíamos por nuestras vidas". Hoy Rami y su familia viven en la "Aldea Padre Werenfried" en una de las 150 estructuras prefabricadas donadas por Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Después de un año de su fuga, la Iglesia sigue siendo el único punto de referencia de los cristianos iraquíes. "Tratamos de mantener a los fieles siempre ocupados, especialmente a los chicos", dice el padre Douglas Bazi, uno de los responsables de administrar la ayuda que dirige el centro de Mar Elia, en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil.

"Aquí llegaron decenas de miles de personas sin nada", cuenta el sacerdote, que describe la ira y el desconcierto en el rostro de los refugiados. "Muchos ni siquiera querían comer. Decían: ¿para qué vivir? Pensé que era el final". Gracias a la ayuda de AIN, las 130 familias de Mar Elia viven en casillas prefabricadas con agua y luz, otras fueron alojadas en departamentos alquilados.

"El 6 de agosto es una día de duelo, pero también es el día en que Dios nos salvó, pues en definitiva estamos vivos. Celebraremos la Misa. Pediremos a Dios que perdone a los culpables y que cambie su modo de pensar", asegura el padre Douglas.

La hermana Sanaa y su congregación también apuestan por la oración, "como iraquíes y como cristianos dependemos de la oración. Solo la oración nos puede ayudar en estos terribles momentos. Por favor, piensen en nosotros".

Ayuda a la Iglesia Necesitada anunció hoy, 6 de agosto, una jornada internacional de oración para recordar el primer aniversario de la huida de 120.000 cristianos de la Llanura de Nínive. Es posible unirse a la campaña a través del hashtag#PrayForIraq e #WeAreChristians.

Oración los cristianos expulsados de su tierra
En el aniversario de este trágico suceso, Louis Raphael I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos y presidente de la Conferencia Episcopal Iraquí, dirige una oración al Papa y a los obispos de todo el mundo y hace un llamamiento a los cristianos de todo el mundo "para que se unan a nosotros en este triste aniversario".

La oración dice así:
Señor Jesucristo,
nos has enseñado a rezar al Padre en tu nombre
nos has asegurado que cualquier cosa que pidamos la obtendremos.
Por esto nos encomendamos a Ti con total confianza
y te pedimos que nos des la fuerza de permanecer firmes en esta violenta tempestad, para tener la paz y la certeza antes de que sea demasiado tarde.
Esta es nuestra oración, y aunque nos parezca difícil
confiamos en que Tú puedas darnos aquello que necesitamos para nuestra supervivencia y para nuestro futuro.
Ayúdanos, Padre, a trabajar juntos
a ser libres, responsables y amorosos
y a cumplir tu Voluntad y a hacerlo con alegría, atención y coraje.
En Caná, la Madre de Jesús fue la primera en darse cuenta de que faltaba el vino,
a través de Su intercesión te pedimos, Padre,
cambiar nuestra situación de la muerte a la vida, así como Tu hijo convirtió el agua en vino.
Amén+