Viernes 19 de abril de 2024

Gaza es un desastre hecho por el hombre, un escándalo espantoso

  • 20 de enero, 2014
  • Jerusalén (Tierra Santa)
"Gaza es un desastre hecho por el hombre, un escándalo espantoso, una injusticia que clama a la comunidad humana de resolución. Hacemos un llamamiento a los líderes políticos para mejorar la situación humanitaria de la población de Gaza, asegurando el acceso a las necesidades básicas para una vida humana digna, las posibilidades de desarrollo económico y la libertad de movimientos", dice en uno de sus párrafos, el comunicado emitido por los obispos europeos y norteamericanos que visitaron Tierra Santa del 11 al 16 de enero. Los Obispos destacan la crudeza de la situación de los habitantes de Gaza y piden a las autoridades y líderes políticos y sociales que sean "líderes de la esperanza, y no personas de obstrucción de la paz".
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"Gaza es un desastre hecho por el hombre, un escándalo espantoso, una injusticia que clama a la comunidad humana de resolución. Hacemos un llamamiento a los líderes políticos para mejorar la situación humanitaria de la población de Gaza, asegurando el acceso a las necesidades básicas para una vida humana digna, las posibilidades de desarrollo económico y la libertad de movimientos", dice en uno de sus párrafos, el comunicado emitido por los obispos reunidos en Tierra Santa del 11 al 16 de enero, visitando lugares como Gaza, Tel Aviv y Belén.

Los Obispos (europeos y norteamericanos) destacan la crudeza de la situación de los habitantes de Gaza y piden a las autoridades y líderes políticos y sociales que sean "líderes de la esperanza, y no personas de obstrucción de la paz". El siguiente es el texto de la declaración de los obispos.

Comunicado de la Coordinación de Conferencias Episcopales en apoyo a la Iglesia en Tierra Santa
Como obispos de Europa, África del Sur y América del Norte, llegamos a la Tierra Santa para rezar y apoyar a la comunidad cristiana y la causa de la paz. En Gaza fuimos testigos de la profunda pobreza de la gente, y la presencia valiente de las comunidades cristianas pequeñas y vulnerables.

Gaza es un desastre hecho por el hombre, un escándalo espantoso, una injusticia que clama ante la comunidad humana. Hacemos un llamamiento a los líderes políticos para mejorar la situación humanitaria de la población de Gaza, asegurando el acceso a las necesidades básicas para una vida humana digna, las posibilidades de desarrollo económico, y la libertad de movimientos.

En la situación desesperada de Gaza, nos encontramos con personas de esperanza. Nos sentimos alentados por nuestra visita a pequeñas comunidades cristianas, que día tras día, a través de muchas instituciones extienden la mano con compasión hacia los más pobres de los pobres, tanto musulmanes como cristianos. Seguimos orando y apoyando a los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que trabajan en Gaza. Ejercen un ministerio de presencia, cuidado de los niños discapacitados y los ancianos, y enseñando a los jóvenes.

Su testimonio de fe, esperanza y amor nos dio esperanza. Esta es precisamente la esperanza necesaria en este momento para lograr la paz, una paz que sólo puede ser construida sobre la justicia y la equidad para ambos pueblos. Los palestinos y los israelíes necesitan desesperadamente esta paz. Por ejemplo, en el valle Cremisan la ruta de la barrera de seguridad amenaza la tierra agrícola mantenida por 58 familias cristianas durante generaciones. Las actuales conversaciones de paz llegan en un momento crítico. Ahora es el momento para asegurarse de que las aspiraciones de justicia de ambos lados se cumplen.

Instamos a los funcionarios públicos a convertirse en líderes de la esperanza, no personas de obstrucción. Hacemos un llamamiento a que escuchen las palabras del papa Francisco, quien recientemente dijo al Cuerpo Diplomático: "La reanudación de las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos es un signo positivo, y expreso mi esperanza de que ambas partes resolverán, con el apoyo de la comunidad internacional, tomar decisiones valientes para encontrar una solución justa y duradera a un conflicto que necesita con urgencia para poner fin" (13 de enero de 2014).

Al salir de la Tierra Santa, los obispos y el pueblo de la Iglesia local permanecen en nuestros corazones. No están solos. Junto con ellos, nosotros somos personas de esperanza. Oramos para que la visita del Papa Francisco a la Tierra Santa refuerce la esperanza en la región. Creemos que una paz duradera es posible.

Firman la declaración los arzobispos y obispos: Stephen Brislin, de Sudáfrica; Pierre Burcher, de Escandinavia; William Crean y Denis Nulty, de Irlanda; Michel Dubost, de Francia; Paul-André Durocher, de Canadá; Patrick Kelly, William Kenney y Declan Lang, de Inglaterra y Gales; Richard Pates, de Estados Unidos; Thomas Renz, de Alemania; Janusz Stepnowski, de Polonia; y Joan Enric Vives, de España.+