Con motivo del "Tiempo de la Creación 2025", el episcopado filipino instó a convertirse en "administradores responsables de la tierra" y denunció las malas prácticas que están "hundiendo a Filipinas".
La organización caritativa lanzó una campaña solidaria y pide puntualmente ropa de abrigo, calzado, colchas y alimentos no perecederos para las familias damnificadas por el temporal.
Las diócesis se movilizaron rápidamente con redes de solidaridad y asistencia. "La tormenta no acaba con la esperanza", aseguran los voluntarios.
El pontífice también recordó el "grito doloroso" de las víctimas de la guerra y llamó al diálogo.