Francisco advierte sobre una "amenaza" nuclear y, una vez más, llama al diálogo.
Al cumplirse el milésimo día desde la invasión por parte de Rusia, Francisco expresó su solidaridad y cercanía hacia los ucranianos, junto con sus esperanzas y oraciones por la paz.
La centralidad de la dignidad humana, el acceso a los bienes básicos y la distribución justa de los recursos "deben ser prioridades en todas las agendas políticas y sociales", destacó Francisco.
El gesto fue en el marco de la Jornada Mundial de los Pobres. Fue servido en el Aula Pablo VI y participaron 1.300 comensales. Organizó el Dicasterio para el Servicio de la Caridad y la Cruz Roja.