Sábado 20 de abril de 2024

Evangelio del Domingo, una catequesis sobre la misericordia y la reconciliación

  • 18 de junio, 2013
  • Avellaneda (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión en torno al evangelio propuesto para el domingo 16 de junio, que ?según advirtió- contiene "algunas cosas fundamentales" que valen la pena afirmar. Reafirmó que Cristo vino por los pecadores y subrayó que la misericordia es más importante que las miserias personales. Invitó a no caer en posiciones falsas, como pensar que Dios no perdonará los numerosos pecados de cada uno o la inexistencia de faltas y errores. "Es importante saber que Dios está dispuesto a perdonar. Confiemos y tomemos la decisión de no pecar más", exhortó.
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El obispo de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Oscar Frassia, compartió una reflexión en torno al evangelio propuesto para este domingo 16 de junio, que ?según advirtió- contiene "algunas cosas fundamentales" que valen la pena afirmar.

El obispo reafirmó que Cristo vino por los pecadores, los que "tienen necesidad de un médico", en alusión al pasaje en el que se relata la comida que compartían Jesús y un fariseo al momento en que María Magdalena irrumpe en la escena y se postra a los pies de Jesús para expresarle su arrepentimiento y conversión. "Cristo es el gran médico: el que viene a curar, el que viene a sanar, el que viene a rescatar, el que viene a llamar y el que viene a perdonar", estimó.

Monseñor Frassia también hizo notar dos palabras con igual raíz y distinto significado: "miseria" y "misericordia". Indicó que la misericordia es más importante que las miserias, aunque sostuvo: "También es importante que sean reconocidas estas miserias, porque si no se las reconoce no se puede recibir el perdón. Y sólo Dios perdona los pecados, pero es necesario reconocer el propio pecado".

El prelado también advirtió la falta de confianza en Dios, que lleva a pensar que Dios no va a perdonar los numerosos pecados de cada uno. Por ello, sostuvo que si bien Dios "no convive con el pecado", llama y perdona al pecador: "Pensar que Dios no tiene fuerzas, Dios no es capaz o Dios es tan duro es tener una idea equivocada de la imagen de Dios. Él perdona de corazón".

En segundo lugar, el obispo llamó la atención sobre otra actitud: la de aquellos que no reconocen el pecado en sus acciones, en sus gestos u omisiones. Alertó que esto puede llevar a la presunción y el orgullo. Pero a la vez explicó que en el camino de profundización de la vida de fe lleva a encontrar y reconocer los pecados. No obstante, no es suficiente: "El único que perdona es Dios. Cualquier tipo de cerrazón a Dios, desintegra al hombre. Cuando uno se abre a Dios, ahí recibe el perdón, se integra, se unifica y mejora la relación con la comunidad".

Asimismo, monseñor Frassia indicó que el perdón de los pecados no significa solamente una restauración individual, sino que también contempla una restitución del perdonado en la comunidad, que había quedado lesionada por su apartamiento. Así, enseñó que la reconciliación "es un acto personal que redunda en la comunidad y repercute en la Iglesia e incide en el bien común".

"Es importante saber que Dios está dispuesto a perdonar, que nosotros tenemos que reconocer nuestros pecados, pero cuando los reconocemos escuchamos estas palabras: «Tú tienes muchos pecados, pero de ahora en adelante ¡no peques más!». Confiemos y tomemos la decisión de no pecar más", concluyó.+

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