Viernes 22 de noviembre de 2024

Beatificación de los Mártires del Zenta, un llamado a vivir la inculturación del Evangelio

  • 27 de octubre, 2021
  • San Ramón de la Nueva Orán (Salta) (AICA)
"Estamos llamados a restaurar un rostro pluriforme de una Iglesia inculturada en la complejidad cultural que somos", planteó el obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, en un mensaje.
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El obispo de Orán, monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, difundió un mensaje con motivo de la aprobación de la beatificación de los Mártires del Zenta, a la que considera “una oportunidad para asumir el desafío de la evangelización misionera llamada a vivir la inculturación del Evangelio”. 

“El Santo Padre ha aprobado que los misioneros del Zenta Don Pedro Ortiz de Zárate, párroco de Jujuy y Juan Antonio Solinas, sacerdote jesuita sean declarados mártires. Junto a ellos celebramos la entrega heroica de la ‘comunidad misionera’ que los acompañaban, un grupo de laicos, entre ellos españoles, mulatos y aborígenes venidos desde Humahuaca al servicio del proyecto misionero”, precisó.

El prelado recordó que “la Iglesia al mismo tiempo que anuncia, siempre reconfigura su identidad en escucha y diálogo con las personas, realidades e historias de su territorio”.

“Estamos llamados a restaurar un rostro pluriforme de una Iglesia inculturada en la complejidad cultural que somos”, planteó.

Monseñor Scozzina aseguró que "la presencia de los misioneros del Zenta entre los pueblos originarios, en contexto de colonización, fue un anuncio pacificador superando la lógica de la dominación" y recordó que "el anuncio del Evangelio es para proponerles la amistad con el Señor que los promueve y dignifica. Es el anuncio de un Dios que ama infinitamente a cada ser humano y cada pueblo con su propia cultura".

"Viviendo el ardor misionero se animaron a incursionar en estas tierras, sin armas, sin ejército que los secundara, sin el poder de los conquistadores. Inspirados en la vocación de servicio, a una vida de proximidad y de entrega, viviendo el mandato que Cristo nos ha dado: 'anunciar la Buena Nueva en todo el mundo'.  El sacrificio de los mártires es el signo tangible de que la propagación de la fe no es una cruzada sino un abrazo de culturas, pueblos y religiones, la total disponibilidad de uno mismo para la escucha y la acogida mutua", sostuvo.

El obispo recordó que "en el Sínodo de la Amazonía se nos ofrece una clave para reinterpretar la misión evangelizadora en el contexto pluricultural de las Iglesias del NOA, donde se nos invita a superar la visión colonizadora y eurocéntrica de la misión".

Al referirse al camino sinodal, el obispo afirmó que "para la Iglesia de Orán renovar la entrega misionera y el compromiso social del Evangelio se actualiza en el mensaje del Sínodo de la Amazonía: 'la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida. La presencia de la Iglesia entre las comunidades indígenas y tradicionales necesita esta conciencia de que la defensa de la tierra no tiene otra finalidad que la defensa de la vida'”.

"En el contexto de la acción de gracias por los 60 años de nuestra diócesis y de la apertura del Sínodo de los Obispos 2023, quiero invitar a la Iglesia diocesana a vivir el acontecimiento de la beatificación de los Mártires del Zenta como un don de la ternura de Dios para con nuestro pueblo fiel. Él nos consuela, nos anima y nos acompaña para que como Iglesia nacida por el ardor misionero, renovemos nuestra fe y esperanza. Que la escucha del clamor del Espíritu nos anime en la construcción de la fraternidad universal y en el cuidado de la vida y de la dignidad de todas las personas y pueblos", puntualizó.  

"El peculiar momento de la historia que nos toca vivir nos dice de muchas maneras que nuestra Iglesia diocesana necesita con urgencia renovar y fortalecer la capacidad de curar heridas, de brindar calor al corazón de los hermanos, dar cercanía, acogida, tener gestos que alivian y reconfortan.  En el hoy de la historia, en su permanente salida misionera, la Iglesia es llamada a ser manifestación de acogida y misericordia. 'Hacer-tener' la experiencia de la misericordia de Dios que envuelve nuestra vida con su ternura. La Iglesia samaritana está llamada a ser compasiva y misericordiosa", agregó.

Monseñor Scozzina concluyó citando palabras del papa Francisco: “Cuando los pueblos y las culturas se devoran sin amor y sin respeto, no es el fuego de Dios, sino del mundo. Y, sin embargo, cuántas veces el don de Dios no ha sido ofrecido sino impuesto, cuántas veces ha habido colonización en vez de evangelización. Dios nos guarde de la avidez de los nuevos colonialismos”.+

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