A 19 años de su muerte, la comunidad riocuartense recordó a Mons. Staffolani

La misa en memoria del prelado fue en la catedral local. La presidió el obispo actual de Río Cuarto, Mons. Uriona, quien también rezó el responso en el lugar donde descansan sus restos mortales.

La comunidad diocesana de Villa de la Concepción del Río Cuarto recordó a monseñor Ramón Staffolani, al cumplirse el 19° aniversario de su fallecimiento.

Fue en el marco de una misa presidida por el obispo actual, monseñor Adolfo Uriona FDP, en la catedral Inmaculada Concepción.

La celebración eucarística, que contó con la participación del presbítero Eliseo Reineri y familiares del obispo fallecido, concluyó con el responso en el lugar donde descansan los restos de quien fue pastor de esa diócesis.

Vida y obra pastoral
Monseñor Staffolani nació en Río Cuarto el 17 de agosto de 1930, fruto del matrimonio entre Rafael Staffolani y Dolores Castillo. En 1943, ingresó al seminario diocesano de La Sagrada Familia, y fue ordenado sacerdote el 8 de septiembre de 1954. Se desempeñó entonces, durante pocos meses, en la catedral de Río Cuarto, y luego fue trasladado a Alcira Gigena. 

Tras un año de sacerdocio en la vecina localidad, volvió a Río Cuarto para quedar a cargo de la parroquia Nuestra Señora de Fátima durante cinco años. Posteriormente, regresó a Alcira Gigena, donde se radicó durante 20 años. Allí se convirtió en uno de los fundadores del colegio Pedro Caviglia.

Luego de los obispados de monseñor Leopoldo Buteler, monseñor Moisés Blanchoud y monseñor Adolfo Arana, monseñor Staffolani fue nombrado obispo coadjutor de Río Cuarto el 18 de julio de 1990; y, el 16 de septiembre de ese año, recibió la ordenación episcopal. Asumió como obispo de Río Cuarto por sucesión, el 22 de abril de 1992.

A los 75 años, su salud comenzó a deteriorarse y decidió presentar su renuncia ante el entonces papa Benedicto XVI, quien aceptó su dimisión el 21 de febrero de 2006.

En casi 50 años de vida sacerdotal, monseñor Staffolani siempre se vinculó a las áreas sociales de la Iglesia, como miembro de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, en la que tuvo activa participación durante la crisis económica de 2001 al integrar, junto con los obispos Jorge Cassaretto y Juan Carlos Maccarone, la Mesa del Diálogo Argentino.

También, fue un defensor de la vida por nacer y de la familia como pilar prioritario de la vida en comunidad.

Ante la defunción de san Juan Pablo II, en 2005, había expresado que la muerte "es como volver a casa". Falleció poco después de su renuncia, como consecuencia de una enfermedad grave.+