La mediación del cardenal italiano Matteo Zuppi se centra principalmente en aspectos humanitarios, como el intercambio de prisioneros y los niños ucranianos deportados.
Pidió que cesen los ataques contra la población civil y las fuerzas de paz en el Líbano. También exhortó a "no dejar morir de frío a los ucranianos" y se refirió a la situación "dramática" en Haití.
El jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana fue recibido por el pontífice, a quien le informó sobre "el desastre de la guerra y los desafíos que se avecinan para el invierno".
El tercer encuentro entre ambos está previsto para el viernes 11 de octubre, en la biblioteca del Palacio Apostólico. El último fue en junio de este año en Bari, en el marco de la cumbre del G7.