El diocesano de Buenaventura se dirigió desde el púlpito directamente a los líderes de los grupos criminales que imponen extorsiones en toda la ciudad.
En un mensaje al país, el Episcopado costarricense advierte de la gravedad del problema que, "dolorosamente, tiende a extenderse" y llama a "no naturalizarlo ni aceptar que sea inevitable".
En una conferencia ofrecida por obispos y actores de la vida social-política, se señaló además la necesidad de una presencia efectiva del Estado ante el avance del narcotráfico en las barriadas.
En ocasión del Día Internacional de Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, la presidencia del organismo eclesial hace un llamado a "no resignarnos" ante esta situación.