En la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, Francisco destacó la importancia de cultivar la vida interior y no adaptarse al "estilo del mundo" para acoger la novedad de Dios.
Les agradeció las múltiples iniciativas para promover el diálogo entre ambos países, "afrontando los retos de la integración cultural, de la educación y de los valores sociales que deben compartirse".
En su mensaje, Francisco anima a dejarlo todo por el Evangelio y recuerda que el anuncio debe darse "con urgencia, pero también con gran respeto y amabilidad".
Francisco invitó a los educadores católicos de la Universidad de Notre Dame a ayudar a los alumnos a alcanzar sus sueños a través de una formación intelectualmente rigurosa y llena de fe.