Viernes 11 de octubre de 2024

Mons. Colombo: 'Somos muchos los que valoramos el testimonio del Papa'

  • 26 de septiembre, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Tras las reacciones provocadas por su discurso con los movimientos populares, el arzobispo de Mendoza y vicepresidente del Episcopado destacó la valoración de la justicia social que hace Francisco.
Doná a AICA.org

Tras el discurso del Papa Francisco por el décimo aniversario del primer encuentro de movimientos populares y las críticas al pontífice de algunos sectores políticos, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Marcelo Colombo, expresó: "En el caso del Papa, creo que somos muchos los que lo queremos y valoramos su testimonio".

"Y no dejamos de sentir dolor por la falta de perspectiva de aquellos que, ante cualquier foto o encuentro, ponen sus condicionamientos", dijo el arzobispo de Mendoza en declaraciones al programa Modo Fontevecchia, que se emite Net TVRadio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

"En la perspectiva más amplia de su ministerio, cuando pasen algunos años, vamos a darle toda la justeza al análisis. Mientras tanto, sería una pena seguir perdiendo tiempo con críticas infundadas o con miradas interesadas de esos sectores de la política que buscan sacar partido de cualquier afirmación que no les gusta", lamentó.

Consultado sobre las declaraciones muy duras contra el pontífice de parte de dirigentes políticos, monseñor Colombo respondió: "Esas expresiones descalificatorias califican al que las emite. Uno puede estar o no de acuerdo con algunas declaraciones, pero el Papa no llamó ignorante o descerebrado a nadie".

"En todo caso, el hizo sentir su parecer y se franqueó frente a los movimiento sociales, que son formas organizadas de los pobres y llevan una trayectoria de diez años. Expresan la vitalidad de la organización de los pobres para hacer presente un modo de ver la vida, la tierra y las organizaciones que le son propias", destacó.

-El presidente de la CEA, monseñor Oscar Ojea, declaró que está mal criticar la protesta legítima, criticó el escrache a Juan Grabois y defendió los dichos del Papa.
Me pone muy contento poder unir mi voz a la valoración de los dichos del Papa Francisco. Él pone prioridades y señala valores trascendentes por encima de pretensiones materiales o sobreactuaciones de parte de los poderes respecto de las protestas cuando se exceden o producen un daño a la salud de las personas.

La valoración de la justicia social que hace el Papa nos recuerda que esa visión de la sociedad no puede sustraerse de ella la autoridad: la tiene que ejercer. Quien tiene el poder político, debe actuar la justicia social porque es la respuesta de su ejercicio de autoridad al bien de todos los que integran su comunidad política. 

Lejos de ser la justicia social una forma de corrupción, como se la pretende presentar, o de sustracción de bienes a la sociedad, es el ejercicio de la autoridad en bien de las personas, sobre todo los más jóvenes. También es el ejercicio de cuidar la salud de toda la población, y no dejar el bien de los pobres librado a los mecanismos de mercado o a la volubilidad de las políticas económicas. 

-Cuál es su propia visión de lo que sucede en las protestas legítimas. ¿Opina lo mismo que el Papa o el monseñor Ojeda respecto del abuso del uso indiscriminado del gas pimienta?
-La presentación legítima de una petición por parte de alguien que se ve afectada y la unión de las personas en torno a un reclamo no puede ser criminalizada nunca. Si el Estado debe encauzar con alguna forma las protestas, en el sentido de cuidar a la población, no puede significar la incidencia sobre el estado físico de una persona o de su libertad cuando esta no la requiere y cuando el ejercicio de la protesta se desarrolla dentro de los canales normales y no pone en peligro a nadie.

Mons. Oscar Ojea, presidente de la CEA también defendió al Papa

-Un tema que nos da vuelta todo el tiempo es si el Papa Francisco va a venir a la Argentina o no. Se habla de marzo del año que viene en Santiago del Estero. ¿Cuál es su deseo y que cree que va a pasar?
-Naturalmente, mi deseo, como todo hijo de la Iglesia y de la Argentina, es poder darnos el gusto de recibir al Papa, hijo de esta tierra. Ojalá esto se produzca a penas él lo considere posible.

En general, la valoración de la oportunidad de un viaje tiene que ver con las distintas circunstancias personales, de salud y de la posibilidad organizativa. También depende de las sugerencias de sus consejeros más directos, como la Secretaría de Estado. Ojalá podamos tenerlo pronto entre nosotros y creo que él mismo propondrá algún lugar más. En su momento, nos hablaban de una visita papal de tres días, porque también tiene que visitar Uruguay y el sur de Brasil. 

De todas formas, hay algunas valoraciones más concretas que lo han llevado a postergar el viaje. Pero su deseo es claramente el de venir a la Argentina para consolar, animar, encontrar a sus compatriotas y darnos la oportunidad de rezar con él en la tierra que lo vio nacer como pastor y ejercer un ministerio tan fecundo.

-¿Qué reflexión le genera aquello de que nadie es profeta en su tierra y ver que aquí al Papa se lo critica más que en cualquier otro lugar del mundo?
-Esa expresión es palabra divina. "Nadie es profeta en su tierra" es del mismo Jesús, que se vio rechazado en su propio vecindario y tuvo que ir a un pueblo vecino a comenzar su misión. 

En el caso del Papa, creo que somos muchos los que lo queremos y valoramos su testimonio, y no dejamos de sentir dolor por la falta de perspectiva de aquellos que, ante cualquier foto o encuentro, ponen sus condicionamientos.

En la perspectiva más amplia de su ministerio, cuando pasen algunos años, vamos a darle toda la justeza al análisis. Mientras tanto, sería una pena seguir perdiendo tiempo con críticas infundadas o con miradas interesadas de esos sectores de la política que buscan sacar partido de cualquier afirmación que no les gusta.

-Se escucharon palabras muy duras en estos últimos días. Por ejemplo, el diputado Espert se refirió al Papa como un "ignorante supino". ¿Qué le pasa a usted cuando escucha esas declaraciones?
-Esas expresiones descalificatorias califican al que las emite. Uno puede estar o no de acuerdo con algunas declaraciones, pero el Papa no llamó ignorante o descerebrado a nadie.

En todo caso, el hizo sentir su parecer y se franqueó frente a los movimiento sociales, que son formas organizadas de los pobres y llevan una trayectoria de 10 años. Expresan la vitalidad de la organización de los pobres para hacer presente un modo de ver la vida, la tierra y las organizaciones que le son propias. 

-¿Cómo es la realidad social que se vive en los barrios populares de Mendoza? La provincia ha crecido económicamente de manera significativa en los próximos años, pero también los niveles de pobreza y marginalidad.
-En estos días, el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) nos presentó la evolución de los parámetros económicos de la región Cuyo. Fue muy clarificador ver los parámetros que exponen el agravamiento de algunas situaciones, sobre todo lo vinculado al mundo laboral. 

También hay un diagnóstico común con otras entidades en torno al agotamiento de la matriz productiva de la provincia. Se valora el crecimiento de algunas economías, pero hay un cuadro que preocupa a la dirigencia mendocina que es el de cómo dar respuesta. De parte de la iglesia tenemos una participación activa de Cáritas, pero notamos un deterioro del estado de ánimo de las personas.

-¿En qué se traduce eso?
-Se traduce en el malestar cuando no se encuentra todo lo que se necesita. No tenemos todo para dar, sino lo que la feligresía nos aporta. Hay programas de capacitación, oficios y modos de organización para ponerle el hombro a las formas más dramáticas de la pobreza.

En colaboración con el municipio de la capital y con algunos empresarios, hace unos meses organizamos un albergue nocturno para la población masculina de más de 60 años de la ciudad y de los alrededores. 

-¿Y qué pasa con la asistencia del Estado?
-Hay algunas formas más orgánicas de parte del Estado a través de los municipios. Últimamente, en general, nos hablan de que faltan fondos. Vemos que lo que preocupa es que algunas cosas que antes venían, ahora no están. Cáritas puede ayudar pero estamos bastante limitados porque se ha reducido el aporte de la gente.

-¿Se ve la falta de alimentos que antes repartía el Estado nacional?
-Hubo una intervención al principio de este mandato político para organizar y revisar el modo de llegada. Después, ustedes recordarán que ciertas circunstancias motivaron recurrir a instituciones importantes como CONIN, iglesias evangélicas o Cáritas. Se articularon algunas formas de bolsones limitados para paliar la entrega que antes se hacía de una manera más grande. Creemos que hay un deseo de ayudar pero, evidentemente, la realidad se ha complicado en muchos espacios y muchas familias. No nos alcanzó y lo que tenemos no es suficiente.

-Mientras lo escuchaba, y cada vez que escucho al Papa, recuerdo la filosofía de Santo Tomás de Aquino del derecho a la resistencia con violencia para derrocar al mal gobierno. ¿Cómo debe reaccionar la sociedad ante un gobierno que no busca el bien común?
-Todavía tenemos una serie de aspectos de nuestra convivencia social que están a favor del diálogo, de la escucha, del intercambio y del aporte. La hipótesis de la resistencia se aplicaría en situaciones que pudieran significar que no se escucha ningún reclamo o no se atiende ninguna presentación.

Acá es muy importante que todos los poderes del Estado, los legisladores y los que tienen a su cargo áreas de administración, estén muy atentos y tengan sus antenas muy abiertas para canalizar las preocupaciones de la sociedad y el estado real de aflicción de muchos sectores.

A veces, algunas determinaciones, como el veto a los jubilados, no dejan de preocupar y de doler. En ese sentido, hay una sociedad que tiene que manifestarse a través de los organismos correspondientes para, además de la preocupación por los números de la economía, esto se refleje en lo vital de la sociedad para que esos sectores más desprotegidos no paguen lo que se busca como ajuste. Debe ser parejo y el ajuste debe ser sobre esos que lo pueden aceptar, como se prometió en campaña.

-Santo Tomas de Aquino escribió: "Cuando se llegue a excesos intolerables", y agregó que la resistencia no solo tiene que ser de los ciudadanos, sino también de sus representantes en el Congreso.
-Por eso es tan importante asegurar la llegada de tantos sectores a través de sus representantes. Para eso es la democracia, para que la realidad de la gente llegue a esos espacios y se pueda comunicar de una manera eficaz, no solo como una declaración de principios o una larga presentación parlamentaria, sino asegurar con los votos que los representantes estén donde hace falta que estén.+