Confiados en la protección maternal de la Madre de Dios, el arzobispo brasileño advirtió sobre los desafíos de "estos tiempos delicados y tensos"que se alimentan del miedo.
Congregada en una gran celebración litúrgica, la comunidad diocesana honró a María con gozo y alegría. Unida al obispo y a los sacerdotes, renovó así su consagración a su Madre y Patrona.
El obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Edgardo Torrado Mosconi, presidió la celebración en la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, patrona de la diócesis, en un templo colmado de fieles.
Fue presidida por el obispo local Gabriel Mestre. Hubo también un recital a cargo diversas bandas. El epicentro de los festejos fue la parroquia dedicada a esa advocación mariana.