Funcionará como oratorio, capilla y centro comunitario en una pequeña casa, ubicada en un barrio periférico de esa jurisdicción eclesiástica.
El obispo local, Mons. Uriona FDP, presidirá allí la Eucaristía el miércoles 7 de agosto, día de la fiesta patronal, a las 16, durante la cual el templo se convertirá en santuario de adoración.
"Dios no se manifiesta de una manera asombrosa. Dios nos manda a nosotros, que somos gente sencilla y humilde, pobre muchas veces, a predicar el Evangelio", aseguró el obispo de Río Cuarto.
"El hombre está destinado a desarrollarse en esta vida, a desarrollar las potencialidades que tiene, a vivir en la alegría y confianza, y eso solo lo puede dar Jesús", señaló el obispo de Río Cuarto.