Sábado 23 de noviembre de 2024

Mons. Uriona: 'Partir del amor que Dios infunde en el corazón para amar a los demás'

  • 8 de mayo, 2024
  • Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto animó a "creer en ese Dios que nos ama tanto, que nos prometió la vida eterna, que nos purifica y nos hace dar frutos".
Doná a AICA.org

El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona FDP, presidió la celebración eucarística del sexto domingo de Pascua en la parroquia Santa Lucía. 

Durante su homilía, el prelado reflexionó sobre el Evangelio de san Juan, leído ese día, destacando la relación profunda entre “Jesús Resucitado y los que creen en Él”. En ese marco, recordó que el amor que Jesús “tiene por nosotros es el mismo amor que el Padre tiene por su Hijo, y que todos los que están unidos a Cristo reciben ese amor a través de Él”. 

“Este amor se manifiesta particularmente por el Bautismo y se fortalece mediante los sacramentos”, destacó el obispo, quien explicó además que, “cuando se tiene el amor de Dios en el corazón, se comienza a mirar a los hermanos de otra manera, ya no como adversarios o enemigos, sino como hijos de Dios. Esta es la novedad del cristianismo, partir del amor que Dios infunde en el corazón para amar a los demás”.

Mons. Uriona también destacó que Jesús “llama a sus discípulos ‘amigos’ porque les ha comunicado todo lo que recibió del Padre, revelándoles el inmenso amor misericordioso de Dios”. Asimismo, recordó que, “cuando oramos, es Jesús quien ora en nosotros, y el Padre no puede negarle nada a su Hijo”.

El prelado invitó a los fieles a “creer en ese Dios que nos ama tanto, que nos prometió la vida eterna y que a veces nos prueba con las dificultades de la vida, para purificarnos y hacernos dar frutos”.

En tanto, animó a “pedir la gracia de tener ese amor que Dios regala a través de su Hijo Jesús y que se manifiesta de manera especial en este tiempo de Pascua”.

Finalmente, exhortó a los participantes a “prepararse para recibir el don del Espíritu Santo, que se celebrará dentro de dos semanas en la solemnidad de Pentecostés”.+