"Nos duele ver cómo estas realidades laceran la dignidad humana y limitan el acceso a los derechos fundamentales que todo ser humano posee", expresan en una carta pastoral,en el marco del Año Jubilar.
El primado ratificó la independencia institucional respecto de cualquier poder y confirmó que se continuará "en el territorio donde está la vida más amenazada y hay situaciones de inhumanidad".
Reunidos en Alta Gracia, junto al santuario de la Virgen de Lourdes, expresaron su preocupación por la trata de personas, la pobreza que afecta a muchas familias y la vulnerabilidad de los jóvenes.
El equipo diocesano expresó su preocupación por la situación social del país y en el territorio diocesano y pidió a las autoridades que encaren "políticas claras y concretas" que apunten a revertirla.