Los líderes cristianos en Tierra Santa piden medidas para "proteger la vida y la libertad religiosa".
Un atacante suicida abrió fuego y luego detonó un chaleco explosivo durante la misa dominical en la iglesia de San Elías en Damasco causando la muerte de al menos a 25 personas.
Los líderes maronitas, bajo la presidencia del patriarca, cardenal Béchara Boutros Raï, denunciaron el sufrimiento de los civiles, víctimas de la violencia y el hambre.
El vicario apostólico de Alepo, Mons. Hanna Jallouf, y el párroco latino de la ciudad, fray Bahjat, llamaron a los cristianos de Siria a reducir los miedos. Así, los animaron a "construir y no huir".