Cercanía del Papa hacia la Iglesia en Siria en medio de la tensión en la ciudad de Alepo
- 2 de diciembre, 2024
- Alepo (Siria) (AICA)
Desde el inicio de la violencia, hace unos seis días, se registraron más de 300 muertos y al menos 15.000 desplazados. Cifras destinadas a aumentar. La ONU inició la evacuación de Alepo.
"Estoy muy cerca de la Iglesia en Siria", manifestó el Papa Francisco luego del rezo del Ángelus dominical, haciendo referencia a la situación que se desencadenó en ese país, donde los milicianos de Hayat Tahrir al-Sham -formado por yihadistas y rebeldes sunitas pro Turquía- tomaron el control de Alepo, mientras corren rumores de un inminente golpe de estado en Damasco.
El Santo Padre constató que "se ha vuelto a encender la guerra, causando muchas víctimas", y que también hay mucha gente desplazada. "Estoy muy cerca de la Iglesia en Siria. ¡Recemos!", expresó.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la segunda ciudad más grande de Siria quedó completamente fuera del control del gobierno de Bashar Al Assad por primera vez desde el comienzo del conflicto. Además, miles de civiles huyen y más de 350 personas murieron en los enfrentamientos.
Por su parte, el ejército sirio, respaldado por los bombardeos de la aviación rusa, responde al avance de las fuerzas rebeldes. Las fuerzas anti-Assad fueron detenidas en Hama, mientras que los intensos bombardeos sobre Alepo e Idlib se cobraron, este fin de semana, al menos 25 vidas.
El colegio de la Custodia de Tierra Santa de los franciscanos también fue alcanzado por dos misiles en las incursiones, afortunadamente sin víctimas, pero con graves destrozos en el laboratorio que produce pan.
El Custodio de Tierra Santa, padre Francesco Patton OFM, confirmó, en una nota emitida por la tarde, que "gracias a Dios, no hay víctimas ni heridos, sólo el edificio fue dañado" por la bomba que cayó sobre el colegio por la tarde.
"Nuestros frailes y los fieles de la parroquia se encuentran todos bien. Desde nuestra Curia, estamos en contacto permanente con ellos. Nos informan por ahora de una creciente tensión y temor de la población civil de Alepo, debido a los imprevisibles desarrollos del enfrentamiento en curso", informó el Custodio, que invita a frailes, demás cristianos de Tierra Santa y a todas las iglesias a unirse en oración por la paz en Siria, atormentada por largos años de guerra y violencia.
"La Palabra de Dios en este primer domingo de Adviento -continuó Patton- nos invita a mantener viva la esperanza de una perspectiva de paz. Aceptemos esa exhortación y recemos, para que se haga realidad para nuestros hermanos y hermanas sirios".
Llamamiento del nuncio Zenari
Por su parte el nuncio apostólico en Damasco, cardenal Mario Zenari, hizo un llamamiento para preservar a los civiles de Alepo, y subrayó que la Iglesia católica, "una pequeña minoría en Siria", no dispone de fuerzas suficientes para desempeñar un papel mediador en el contexto de Alepo. También, porque "durante la guerra perdimos dos tercios de los cristianos". Su esperanza, escuchando las declaraciones de los yihadistas y de las fuerzas aliadas que han ocupado Alepo, es que la población civil no se vea implicada en los enfrentamientos: "Estos insurgentes nos aseguraron que no tocarán a los civiles. Les han dado instrucciones para que permanezcan en sus casas. Pero es obvio que, de un modo u otro, la gente está implicada". Así lo demuestran las decenas de miles de personas desplazadas desde que comenzaron los enfrentamientos. Lo que la comunidad internacional podría hacer desde su lugar, sugirió Zenari, es trabajar para "prevenir el conflicto", porque "la comunidad internacional siempre se mueve tarde".
"Toda Siria está sufriendo y la gente ya no tiene esperanza", prosiguió el cardenal, que lleva dieciséis años en Siria: "Para los sirios la única esperanza es poder escapar de este país" y el primer "destino es Europa".
Según el nuncio, "la toma de Alepo tendrá consecuencias en ese sentido, dará un nuevo impulso a la emigración hacia Europa". Algunos "a través de corredores humanitarios, otros a través de métodos que ponen en peligro sus vidas. Pero están dispuestos a hacerlo, no tienen alternativa", sobre todo, los jóvenes.
Aproximadamente 7 millones de personas, por otro lado, están desplazadas internamente, una cifra preocupante, que seguramente aumentará, al igual que el número de refugiados. Entre los refugiados en los países vecinos, hay alrededor de 6 millones de sirios. Entre los desplazados internos y externos, Siria ostenta el trágico récord de contar con aproximadamente 13 millones de refugiados, más de la mitad de su población. Y esta cifra va en aumento, inevitablemente.
Los obispos de Siria permanecen en Alepo junto a la población
Los obispos de todas las confesiones (latinos, maronitas, caldeos, melquitas) han decidido, el 30 de noviembre, no moverse de la ciudad siria, que vuelve a sumirse en la pesadilla de la guerra.
El obispo de los latinos, monseñor Hanna Jallouf, franciscano, permanece con sus siete hermanos (entre los cuales están sus dos sobrinos, George y Johnny, también franciscanos, que tras un periodo de formación en la Custodia de Jerusalén habían regresado recientemente a su país de origen).
Tras un recorrido por los conventos, por las estructuras vinculadas al vicariato, del que dependen también casas de estudiantes y monasterios de monjas, y por las comunidades católicas, el prelado confirmó su intención de permanecer cerca de su pueblo.
En la zona adyacente a la residencia episcopal, se encuentran las monjas carmelitas y las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, con unos sesenta ancianos atendidos por ellas. Los jóvenes de la residencia universitaria y otras hermanas se han trasladado a otras partes de la ciudad.
El arzobispo maronita de Alepo, monseñor Joseph Tobji, aseguró que, "después de tres días de ataques, las llamadas milicias de la oposición tomaron la ciudad". Aunque, por ahora, su iglesia permanece abierta, se están celebrando misas y no hay noticias de ataques directos contra objetivos relacionados con comunidades cristianas.
El padre Bahjat Karakach, párroco de la iglesia de San Francisco de Asís, también en Alepo, comentó los ataques de los últimos días por parte de grupos yihadistas y rebeldes de la provincia de Idlib, que ya se encuentran en la ciudad.
"La gente está cansada y siente que no tiene fuerzas suficientes para afrontar otra batalla, el comienzo de otra guerra. El miedo es real, el miedo está en el aire, y los ruidos de estos bombardeos se escuchan con toda claridad, tanto que, desde hace tres noches, la gente ni siquiera ha podido dormir. Hace meses que se hablaba de un posible ataque de grupos yihadistas, pero parecía más una amenaza que un peligro real: desgraciadamente, incluso sus dimensiones, que estamos observando en estos días con preocupación, nos han sorprendido".
El clima de tensión y miedo afecta también a la comunidad cristiana, que comenzaba a prepararse para las semanas de Adviento previas a la Navidad: "El espíritu -concluye el párroco- cambió de un día para otro. Tratamos de vivir la situación con alegría, pero el clima se volvió inevitablemente más pesado, y tal vez no nos permita ser tan libres para desplazarnos y celebrar. Esperamos, y rezamos, para que todo mejore".
Alepo en manos de los rebeldes
El bombardeo del colegio Tierra Santa es una de las consecuencias del caos en el que se ha sumido Siria en menos de cinco días. Por primera vez desde el inicio del conflicto en 2012, Alepo, la segunda ciudad más grande del país y una de las más antiguas del mundo, escenario ya de una sangrienta batalla en 2016, está en manos de los rebeldes yihadistas anti-Assad tras ocho años de control gubernamental.
Los yihadistas de Hayat Tahrir al-Sham y las facciones rebeldes aliadas "controlan la ciudad de Alepo, salvo los barrios controlados por las fuerzas kurdas. Apoyado por las fuerzas aéreas rusas, el ejército gubernamental sirio lanzó anoche un contraataque: el Ministerio de Defensa de Moscú informó que "se llevaron a cabo ataques con misiles y bombas contra lugares de reunión de militantes, puestos de control, almacenes y posiciones de artillería". Contra los grupos terroristas, llega una plena expresión de apoyo al gobierno y al ejército sirios por parte de Irán, según lo declaró el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, quien anunció que visitaría Damasco hoy mismo, para llevar el mensaje de apoyo de la República Islámica a su aliado Assad.
Desde el reinicio de la violencia, hace unos seis días, se han registrado más de 300 muertos y al menos 15.000 desplazados, según las Naciones Unidas. Cifras destinadas a aumentar en las próximas horas, teniendo en cuenta que las fuerzas yihadistas también han entrado en la región de Hama, en el centro de Siria. Mientras tanto, la ONU ha iniciado la evacuación desde Alepo hacia Damasco.+