Con motivo del "Tiempo de la Creación 2025", el episcopado filipino instó a convertirse en "administradores responsables de la tierra" y denunció las malas prácticas que están "hundiendo a Filipinas".
Las diócesis se movilizaron rápidamente con redes de solidaridad y asistencia. "La tormenta no acaba con la esperanza", aseguran los voluntarios.
El arzobispo de Manila, presidió la celebración de unos de los acontecimientos religiosos más importantes de Filipinas, vinculado desde hace 100 años a la estatua de madera de Cristo.
"Oremos para que todo lo que hemos hecho este mes sea por el bien de la Iglesia", dijo el Papa después del Ángelus. También pidió oraciones por la paz en el mundo.