Cáritas acompaña a los afectados por el huracán Goni en Filipinas

La organización está proporcionando alimentos a las comunidades y evaluando las necesidades, tras el impacto devastador del supertifón que azotó el país el pasado 1° de noviembre. Pide ayuda.

Cáritas Filipinas está proporcionando alimentos a las comunidades y evaluando las necesidades, tras el devastador impacto del supertifón Goni, que azotó Filipinas el pasado 1° de noviembre, considerado el temporal más violento registrado desde Haiyan, en 2013.

Goni, conocido como Rolly en Filipinas, causó grandes inundaciones, deslizamientos de tierra y dañó muchas viviendas, cultivos y telecomunicaciones, en la isla de Luzón.

Según los informes iniciales, por lo menos 17 personas murieron y otras más de 400.000 están refugiadas en centros de evacuación, mientras que decenas de miles más se trasladaron a casas de familiares y amigos. Se estima que más de un millón y medio de personas fueron afectadas en su totalidad.

Los equipos de evaluación rápida de Cáritas están reforzando el monitoreo en el terreno. Dos equipos salieron para Bicol y el sur de Luzón el miércoles.  El personal dice que la comida, los botiquines de primeros auxilios, el refugio, las mantas, los utensilios y suministros de cocina y los artículos de aseo son algunas de las necesidades más urgentes para los afectados.

Esta semana, Cáritas Filipinas prevé lanzar una llamada de emergencia, pidiendo ayuda para captar fondos, con el fin de ayudar a las comunidades. 

"Mientras instamos a todos a seguir rezando por la seguridad, también pedimos ayuda. El tifón trajo mayor pobreza a nuestras comunidades gravemente afectadas por el temporal, ya que también estamos luchando contra los efectos de la Covid-19", manifestó el obispo Colin Bagaforo, director nacional de Cáritas Filipinas. 

"Por eso, con humildad, nos apelamos a los sinceros actos de bondad, generosidad y compasión de todos. Instamos especialmente a las empresas éticas y a las corporaciones privadas para que nos ayuden. Necesitamos que todos ayuden a restaurar la dignidad de nuestras comunidades desesperadas", concluyó.

La Cáritas diocesana de Caceres preparó paquetes de comida, listos para ser distribuidos en las parroquias más afectadas, antes del tifón. La Caritas de Sorsogon está suministrando raciones de comida caliente, mientras que la diócesis de Lucena proporcionó arroz, fideos y alimentos enlatados a las parroquias.

La organización caritativa filipina teme que el hacinamiento en los centros de evacuación tenga un impacto en la propagación de la pandemia de la Covid-19. Las personas que ya eran pobres y vulnerables corren un riesgo todavía mayor tras el tifón.+