Denunciaron a la médica que practicó el "crimen" en un hospital de Tartagal, Salta, violentando la ley vigente. Un sacerdote local calificó de "monstruo" a la profesional que intervino.
Contó la paternal presencia de un fraile franciscano local en la vida del ahora beato, dado que intercedió ante un obispo para lograr que fuera ordenado sacerdote aunque no tuviera la edad estipulada.
"Que el Señor nos enseñe cada día a escuchar bien para poder expresarnos mejor", pidió el obispo de San Isidro en su reflexión semanal.
"¡Replanteen esta ley infame que ha legalizado la pena de muerte para niños inocentes! ¡Sean la voz de miles de seres humanos sacrificados por el abominable crimen del aborto!", les pide el obispo.