"El Señor ilumina nuestras angustias y oscuridades, el Señor nos sostiene más allá del todo. Y, atravesando todas las tormentas, Él, como ancla, es nuestra esperanza", recordó el arzobispo porteño.
En su homilía semanal, el arzobispo de Mendoza recordó la invitación de Papa Francisco para esta Cuaresma, en cuanto a ser "peregrinos de esperanza, saliendo de nosotros y poniéndonos en camino".
Al reflexionar sobre la Transfiguración, recordó: "Para los hombres y mujeres de fe, es necesario acudir a las experiencias de luz". Y consideró que la Cuaresma "es un tiempo para escuchar a Jesús".
El arzobispo emérito de Corrientes asegura que ese cambio espiritual les permite a los tres apóstoles, destacados como columnas de la Iglesia, "vivir una experiencia precursora de la Resurrección".