Card. Rossi: 'La muerte forma parte de la vida'
- 4 de noviembre, 2025
 - Córdoba (AICA)
 
El arzobispo de Córdoba invitó a rezar por todos los difuntos y destacó que, más allá del dolor, "siguen estando en nosotros que los recordamos".
El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, presidió el 2 de noviembre la misa por la Solemnidad de los Fieles Difuntos en la capilla del Cementerio San Jerónimo, en Córdoba. La celebración fue concelebrada por el párroco, presbítero Horacio Saravia, y reunió a numerosos fieles que se acercaron a orar por sus seres queridos fallecidos.
En su homilía, el purpurado destacó que la conmemoración de los difuntos "quiere ser la culminación de la fiesta de todos los santos", subrayando que "no es casualidad que estén unidas", ya que lo que conmemoramos "es una oración universal para que nuestros seres queridos, incorporados a Cristo por el bautismo, alcancen la plena comunión con el Señor resucitado".
El cardenal Rossi reconoció que el recuerdo de quienes han partido "no atraviesa nuestra vida sin dolor y nos enfrenta al vacío que deja la ausencia de las personas amadas", recordando que "la memoria de los difuntos está visitada por las lágrimas" y que "el llanto forma parte de nuestra existencia".
Recordó que incluso Jesús lloró ante la tumba de Lázaro, porque amaba a su amigo. Luego, citando a Bonhoeffer, expresó que "es falso decir que Dios llena el vacío: no lo llena, sino que suaviza nuestro dolor, le da sentido y nos ayuda a conservar nuestra comunión con ellos, aunque sea de otra manera".
El purpurado señaló que "la muerte forma parte de la vida" y que "para entrar en comunión con el Señor es necesario atravesar el morir como Él y junto a Él". Explicó que para los cristianos "Jesús comparte nuestro mismo destino y muere como nosotros, aunque su muerte es distinta", porque "para nosotros es consecuencia del pecado; para el Señor, en cambio, es un entregarse por nuestra salvación".
El arzobispo cordobés invitó a rezar por todos los difuntos, "por nuestros seres queridos y por aquellos a los que nadie recuerda o por quienes nadie reza", sin olvidar "a los muertos por el hambre o las víctimas de las injusticias, y a los inocentes asesinados".
En referencia al tiempo presente, el cardenal Rossi mencionó "la violencia instalada, la inseguridad, el recuerdo aún cercano del COVID, la guerra y las catástrofes naturales", que han dejado "tantas vidas segadas, tantas muertes prematuras, tantas historias truncadas". Recordó que detrás de cada número "no son cifras, son madres, son padres, son hijos, son amigos, son compañeros de comunidad".
El purpurado afirmó que, aunque la muerte trae "dolor por la ausencia, nostalgia por los momentos que se han ido y añoranza por un presente en el que no están", también puede despertar "una gratitud enorme por las vidas de quienes amamos, por las huellas que dejan en nuestras vidas".
Añadió que la fe ayuda a mantener viva la esperanza: "Si la fe nos ayuda a poner un horizonte de sentido y la esperanza de que un día, de otro modo, nos volveremos a encontrar... entonces sí merece la pena hacer un día como hoy memoria agradecida".
El cardenal Rossi recordó que los seres queridos "siguen estando en nosotros que los recordamos, en el amor que compartimos, en la memoria de los abrazos que nadie nos puede arrancar" y agregó: "Cuando amás, elegís que alguien se quede contigo para siempre, hasta más allá de la vida, hasta más allá de la muerte".
También compartió textos de Martín Descalzo y Cabo de Villa, y relató la experiencia de un sacerdote que observó a "niños jugando entre las tumbas del cementerio", reflexión que interpretó como un signo de vida y esperanza: "Tal vez la alegría de los niños fue la mejor visita que tuvo el cementerio en mucho tiempo", citó el cardenal.
Finalmente, encomendó a la Virgen María, "que supo de partidas prematuras", el consuelo de quienes sufren la pérdida de un ser querido. "Ella como nadie sabrá consolarnos", concluyó.+
