El Card. Rossi llamó a dejar la 'religión del yo' y abrir el corazón a la misericordia
- 28 de octubre, 2025
- Córdoba (AICA)
Desde la catedral, el arzobispo de Córdoba invitó a los fieles a reconocerse en la parábola del fariseo y el publicano, y pidió rezar por la patria en el día de las elecciones
Durante la celebración eucarística dominical en la catedral Nuestra Señora de la Asunción, el arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, centró su reflexión en la parábola del publicano y del fariseo, advirtiendo sobre dos actitudes contrapuestas en la vida cristiana, e invitó a los fieles a examinar sus propias disposiciones.
Destacó que "el Evangelio de hoy siempre nos hace sentir un poco incómodos porque nos sentimos de alguna manera identificados -no del todo- con uno de los dos personajes o, quizás, un poquito de los dos. Vendríamos a ser una especie de tercer personaje entre el publicano y el fariseo". Señaló que esta figura intermedia nos interpela a reconocer nuestras propias actitudes.
Sobre el fariseo sostuvo: "Mira de arriba y de lejos, descalifica a quien lo cuestiona, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia". El prelado advirtió que esta actitud conduce a una religión del "yo" y no a un auténtico encuentro con Dios y el prójimo.
En su homilía, enfatizó que "la observancia literal de los preceptos es algo estéril si no cambia el corazón y no se traduce en actitudes concretas, que son abrirse al encuentro con Dios y a su Palabra, buscar la justicia y la paz, socorrer a los pobres, a los débiles, a los oprimidos." Con esto, subrayó la prioridad de la interioridad: "Jesús de esta manera subraya el primado de la interioridad, es decir, el primado del corazón". Según el cardenal Rossi, "si el corazón no cambia, no somos verdaderos cristianos."
Por otro lado, aludió al publicano como modelo de humildad, ya que "reconoce su pecado y pide a Dios la gracia de ser justificado por el Señor -Al rezar él no comienza enumerando sus méritos, sino sus faltas- manifestando su pobreza."
Además, hizo un llamado a reflexionar también hacia el ámbito social y cívico, en el contexto de las elecciones legislativas a nivel nacional que se estaban llevando a cabo ese domingo 26 de octubre: "Y quizás, a nivel de Iglesia -también digamos desde lo nuestro, desde nuestra patria hoy día-, animarse a pedir por nuestra patria... que por ese lado la cosa no va, que no hace bien". En ese marco, subrayó que la actitud de superioridad o desprecio del otro no sirve al bien común.
Finalmente invocó a la Virgen de Luján para que anime al pueblo argentino "a intentar ser distintos".+
