La tradición dice que era un general romano de los ejércitos del emperador Trajano. Un día tuvo una visión a consecuencia de la cual Eustaquio y toda su familia se convirtieron al cristianismo y fueron bautizados. En un momento crítico para el Imperio, Eustaquio fue puesto al mando de un ejército. De regreso victorioso a Roma se negó a ofrecer sacrificios a los dioses paganos, por lo que él, su mujer y sus hijos fueron condenados a muerte.