Nacido en 1603 en Cupertino, Italia, fue un humilde fraile de la Orden de los Franciscanos Conventuales que desde muy joven se empeñó en hacerse religioso. Después de muchas tentativas logró que lo admitiesen en la comunidad, pero debido a su rudeza en los estudios apenas alcanzó la categoría de hermano lego. Sin embargo, a fuerza de grandes sacrificios pudo superar sus dificultades y debido a sus extraordinarias virtudes sobre todo por su humildad y obediencia, pasó de aquella categoría a la de clérigo y por fin fue ordenado sacerdote. Después de una vida ejemplar, murió santamente en Osimo, Italia, el 18 de septiembre de 1663. El papa Clemente XIII en 1767 lo proclamó santo. Está considerado en algunos lugares como el patrono de los estudiantes secundarios, quienes invocan su nombre especialmente en ocasión de los exámenes.