Sábado 14 de junio de 2025

Último adiós a Mons. Mollaghan durante la misa exequial en la catedral porteña

  • 13 de junio, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Presidió la Eucaristía el arzobispo, Mons. Jorge García Cuerva, y concelebraron 12 obispos y 15 sacerdotes. "Mons. Mollaghan puso todas sus fuerzas al servicio de cuanto se le encomendó".
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El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió este viernes 13 de junio en la catedral porteña la misa exequial de cuerpo presente del arzobispo emérito de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, quien falleció días atrás.

Concelebraron la Eucaristía el arzobispo emérito de Buenos Aires, cardenal Mario Poli; el arzobispo de Rosario, monseñor Eduardo Martín; el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi; el obispo de San Miguel, monseñor Damián Naninni; los obispos auxiliares de Buenos Aires monseñor Pedro Cannavó y monseñor Alejandro Pardo; el obispo auxiliar de Rosario, monseñor Ernesto Fernández; el obispo emérito de San Isidro, monseñor Oscar Ojea; el obispo emérito de Avellaneda-Lanús, monseñor Rubén Frassia; el obispo emérito de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino; el obispo emérito de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJ; el rector de la catedral, presbítero Alejandro Russo, junto a 15 sacerdotes del clero de Buenos Aires, algunos compañeros en el seminario metropolitano y otros que fueron seminaristas ayudantes de monseñor Mollaghan.

La homilía fue predicada por monseñor Torrado Mosconi, quien estuvo colaborando en su época como seminarista en la parroquia Madre Admirable, cuando Mollaghan era el párroco. 

"Su muerte repentina y sus circunstancias nos han sorprendido y conmovido, recordándonos la fragilidad de esta existencia terrenal, junto a la importancia de vivir preparados para acudir al encuentro del Señor", manifestó el obispo de Nueve de Julio, quien agregó: "Todos los que estamos aquí quisimos a José Luis, pero no podemos negar que tenía una personalidad compleja. Posiblemente haya podido resultar difícil para muchos. Hoy queremos encomendarlo a la infinita misericordia divina".

Destacó además del fallecido prelado cuando fue párroco porteño, obispo y secretario de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y luego ya como arzobispo emérito. "Algunas de estas dimensiones de su vida pastoral creo que nos pueden ayudar a superar una imagen que algunos puedan tener de Mollaghan como alguien riguroso y obsesivo", señaló Torrado Mosconi.

Recordó también el trabajo de quien fuera arzobispo de Rosario entre 2006 y 2014 y su desvelo por las vocaciones, señalando que también conoció "al Mollaghan de los barrios populares, 'cura villero' podríamos decir, sus dotes organizativas para la construcción de la capilla Nuestra Señora del Rosario, del barrio 31; tuvo capacidad de comprometer a un grupo muy importante de catequistas que llevaron adelante esa tarea durante años y en la cual ayudábamos también los seminaristas".


Monseñor Torrado Mosconi también se refirió al trabajo pastoral que el fallecido prelado realizó en la parroquia Madre Admirable, hasta que explotó la bomba en la embajada de Israel el 17 de marzo de 1992 y esa Iglesia quedó en ruinas. El obispo de Nueve de Julio recordó que luego de ese trágico acontecimiento, Mollaghan  que, como párroco tenía un cuidado ejemplar de cada detalle del edificio del templo, de la casa parroquial y del colegio, comenzó a celebrar las misas en el 'sacristorio' (mezcla de sacristía y escritorio) y posteriormente en el salón de actos del colegio.

Otro de los aspectos que destacó Torrado Mosconi del difunto prelado fue su "capacidad de resiliencia para superar las situaciones difíciles y dramáticas de nuestra vida, como lo fue el atentado a la embajada, en el que murieron muchas personas inocentes". Entre ellas el joven presbítero Juan Carlos Brumana.

Aunque muchos decían que no valía la pena intentar restaurar lo afectado por la explosión, dijo que monseñor Mollaghan dejó la parroquia en todo sentido mejor que antes. 

Reconoció asimismo "sus conocimientos en Derecho Canónico y su gran capacidad de trabajo, las cuales sirvieron a la colegialidad episcopal durante las presidencias de los cardenales Antonio Quarracino y Estanislao Karlic. Muchos recuerdan cómo trabajó con eficiencia en dicho cargo".

Aseguró también que "aceptó con fidelidad y obediencia su condición de emérito; hasta me animo a decir que esta fue la mejor versión de Mollaghan, estos últimos años. Él no guardó resentimiento alguno, puso todas sus fuerzas al servicio de cuanto se le encomendaba, y lejos de encerrarse en sí mismo participó de las asambleas plenarias del Episcopado -incluida la última, en abril pasado-  con buen ánimo y deseo de colaborar en todo".


Y finalizó: "Ahora pedimos que con el signo de la cruz gloriosa pueda atravesar la última puerta santa del hogar celestial".

Responso final y sepultura
El responso estuvo a cargo del actual arzobispo de Rosario y sus restos fueron seguidamente sepultados en la cripta de la catedral, donde reposan los restos de varios obispos, canónigos y otros eclesiásticos, en una breve ceremonia presidida por monseñor García Cuerva y acompañada por todos los concelebrantes.


La misa y el momento del entierro fueron acompañados por el órgano y un coro de cinco integrantes, que entonó los himnos 'Yo lo resucitaré en el día final' y el de la Virgen María, 'Un día al cielo iré y la contemplaré'.

Condolencias del papa León XIV
En un telegrama enviado a monseñor García Cuerva, el papa León XIV expresa su profundo sentimiento de pesar a la comunidad eclesial de la que fue guía monseñor Mollaghan.

El pontífice también se dirige a la Iglesia particular de Buenos Aires, de donde el difunto era originario, y a su familia, conocidos y cuantos participaron en el rito exequial.

"Asimismo, Su Santidad León XIV, mientras ofrece sufragios por el eterno descanso de este abnegado pastor, que con fidelidad entregó su vida al servicio de Dios y de la Iglesia, lo encomienda a la materna intercesión de la Bienaventurada Virgen María, y como signo de fe y esperanza cristiana en el Señor resucitado, imparte con afecto la bendición apostólica a cuentos lloran tan sensible pérdida", expresa.  

Vida y servicio a la Iglesia
Monseñor Mollaghan nació en Buenos Aires el 2 de mayo de 1946 y fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1971.

El papa Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Teuzi y auxiliar de Buenos Aires el 22 de julio de 1993. Recibió la ordenación episcopal el 2 de octubre de 1993 en la catedral de Buenos Aires por el entonces arzobispo de Buenos, cardenal Antonio Quarracino.

El 17 de mayo de 2000 el papa Juan Pablo II lo trasladó como obispo de San Miguel, sede de la que tomó posesión el 5 de agosto de 2000; estuvo allí hasta 2005, cuando fue promovido a arzobispo de Rosario el 22 de diciembre; tomó posesión e inició su ministerio pastoral como cuarto arzobispo de Rosario, el 18 de marzo de 2006.

El 19 de mayo de 2014, el papa Francisco lo nombró miembro de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En la Conferencia Episcopal era miembro del Consejo de Asuntos Jurídicos.+