Mons. Torrado destacó la 'dimensión contemplativa' de Pironio para la vida religiosa
- 3 de febrero, 2025
- Nueve de Julio (Buenos Aires) (AICA)
En un mensaje por la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el obispo de Nueve de Julio dijo que el beato Pironio orientó esa manera de servir a la Iglesia desde la "esperanza y la cruz".
En la festividad de la Presentación del Señor, el obispo de Nueve de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, compartió un mensaje por la Jornada Mundial de la Vida Consagrada y el Jubileo de la vida religiosa, en el que destacó "dos temas 'pironianos': la esperanza y la cruz".
"No podemos olvidar que, quien fuera el encargado para los religiosos a nivel de la Iglesia universal, animó y orientó a la vida consagrada por esos dos caminos en los tiempos apasionantes y críticos, a la vez, de la renovación del Concilio Vaticano II. Precisamente, su texto más entrañable y significativo dirigido a los consagrados lleva como título 'Alegres en la esperanza', y sigue siendo aún hoy, en un escenario eclesial y mundial diferente, una luminosa, confortante y alentadora enseñanza, que invito a leer y reflexionar nuevamente", señaló el prelado.
Aseguró además que "nuestro beato vio, en la alegría que brota de la cruz pascual, un signo típico de la vida religiosa para el mundo actual, que irradia y contagia la esperanza que sostiene a todo cristiano en el caminar por esta vida hasta la meta del reino celestial. Ya lo sabemos: el sufrimiento es componente de la vida de toda persona y la cruz, una compañera inseparable de la vida del discípulo de Jesús. La tribulación, en cualquiera de sus rostros y formas, se nos hace presente a lo largo de la existencia".
Monseñor Torrado Mosconi destacó que el beato Pironio exhortaba también a "mantenerse pacientes -uno de los componentes de la genuina esperanza- en esas horas de crisis, incertidumbre o prueba, como la que suele atravesar el religioso, tanto en la vida personal como comunitaria. ¡Deberíamos meditar y cultivar -en estos tiempos de acelerada ansiedad, sin rumbo ni meta- esa paciencia que todo lo alcanza, porque nos lleva siempre a la meta verdadera!".
En tanto, recordó que es "sabido y repetido -aunque no siempre vivido con hondura, perseverancia y generosidad- que la oración, una profunda y auténtica vida espiritual, nos mantienen en la presencia de Dios y alimentan la entrega cotidiana".
"¡Cuánto insistía el beato Eduardo en la dimensión 'contemplativa' de la vida religiosa! Es uno de los núcleos y claves de su doctrina espiritual, y él fue de aquellos que lo volvieron a proponer para que los redescubriera toda la Iglesia", subrayó.
El diocesano mencionó, además, que "un sabio, primer y necesario propósito jubilar es renovarse en la oración, revisarla, hacerla salir de la insana y cansina rutina; 'oxigenarla', volviendo y descubriendo los enormes tesoros de la oración cristiana. ¡Así -y sólo así- nuestra vida y testimonio serán de alegría, fidelidad, generosidad y esperanza!".
Sobre el final del mensaje, el prelado recordó a los miembros de la vida consagrada de su diócesis que el pueblo santo de Dios "sabe y siente todo cuanto ustedes están llamados a ser: un signo de las promesas y las realidades hacia las cuales caminamos. ¡Ni más ni menos que un signo de esperanza! Les agradezco, en este día, en nombre de toda la Iglesia diocesana nuevejuliense, la presencia, el servicio y el testimonio que, con fidelidad y generosidad, nos brindan cada día".+